El pasado domingo 11 de noviembre, Carlos Alazraki, productor y ex publicista de la campaña de José Antonio Meade, publicó en Twitter supuestas fotos de la “boda” del hijo mayor Andrés Manuel López Obrador: tres fotos de escenarios paradisíacos en la Hacienda Uayamón, en Campeche. El problema es que las tres fotos no son de la boda del hijo del presidente electo, sino que forman parte del portafolio de una agencia organizadora de eventos… y son del 2013.
López Obrador se tardó un poco en responder a Alazraki, pero finalmente usó el mismo medio que el productor de televisión. En su cuenta personal de Twitter desmitió, siquiera, que su hijo se hubiera casado.
Si bien no arrobó a Alazraki, sí lo señaló directamente y lo acusó de estar “obnubilado” por “su conservadurismo y su fobia anti-AMLO”.
Las tres fotografías que ilustran la supuesta boda del hijo de López Obrador ni siquiera son del mismo evento: dos posiblemente corresponden al mismo evento, pero otra tiene hasta diferentes sillas, arreglos florales y hasta un enorme árbol enmedio de la disposición de mesas. Así, casual.
Eso sí, las tres imágenes vienen del mismo sitio: el portafolio de eventos de la agencia de organización de eventos sociales, Six Sens, ubicada en Mérida, Yucatán.



Hasta el momento, Alazraki no ha respondido ni al tuit del presidente electo, ni a los señalamientos de falseamiento que se le siguen acumulando desde el miércoles.
¿Qué es lo más indignante de la boda de César Yañez: el gasto o la portada?
Este gobierno de transición ya tiene un antecedente de contradicción entre su discurso de austeridad y la práctica cotidiana: la boda de César Yáñez, quien había fungido como vocero de Andrés Manuel durante la campaña presidencial. Quizá por eso es que la publicación de Alazraki fue rápidamente aceptada por muchos en redes sociales.