Las personas no piensan un segundo cuando se trata de adoptar a un perro, pero si se trata de un gatito, meditan la decisión. ¿Por qué? Tal vez porque en cierto sentido no deja de compararseles con los perros, ¿por alergias?, ¿mitos? bueno la verdad es que…

Tiran a un gatito de un segundo piso, lo graban y lo suben a Instagram

México es uno de los países que se encuentran en los primeros niveles de maltrato animal en Latinoamérica. Así mismo, la Ciudad de México también se posiciona dentro de los primeros sitios tanto a nivel mundial y en el país. Por si lo anterior fuera poco, existen cerca de 200 mil perros callejeros y esto se da principalmente por abandono. (Vía: Excélsior)

Por tanto la adopción es una de las medidas más nobles para erradicar este problema, sin embargo, cuando se trata de adopción de michitos, las cosas no pintan muy bien.

Hay personas que se esfuerzan en hacer comparaciones todo el tiempo y, al parecer, ni siquiera los animales escapan de ello. De manera que nunca falta quien pregunte si prefieres a los gatitos o a los perros.

Si se sigue el cliché las personas alegres y que aman ser perseguidas se enternecen con los perros y sus ganas de hacerles fiesta por todo.

Mientras, las personas taciturnas se quedan con los gatos que vienen y van según su temperamento.

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Parece de risa, pero en verdad muchas personas se aferran a ciertos mitos y prejuicios para dejar a los gatitos fuera de su vida. La verdad es que se podrían estar perdiendo del amor más suave y ronroneable del mundo, sí, más que el de los lomitos.

Mi gato no me quiere

Decir que los gatos no son cariñosos es uno de los peores mitos. Algunas personas necesitan que se les haga fiesta por cada movimiento que dan, inclusive por parte de sus mascotas. Es cierto que los perritos pueden devolverte a la vida si después de un mal día corren hacia ti para pedirte mimos.

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Pero el afecto no sólo se muestra de esa forma y eso tiene que ver con la crianza y domesticación tanto de gatos como de perros. Los perros han llevado toda una historia de adaptación que comenzó con los lobos.

Así es, al menos el 99,8% del ADN de un perro es compatible con el de un lobo, que convivió con el ser humano y pasó por un proceso de selección a lo largo de los años. De manera que, tienden a ser más serviciales y cariñosos con las personas.

Por su parte, los gatos se acercaron a los humanos que realizaban tareas de ganadería y agricultura, los mininos eliminaban a los roedores y así creaban una proximidad con los humanos.

Lo que llaman apatía es evolución y convivencia, los gatos muestran su amor a su manera. Cuando te miran y cierran los ojos lentamente, cuando te ronronean, inclusive si se meten en tus pies mientras caminas.

Ellos respetan su individualidad y la tuya, el mejor estilo de amor libre. Además, cuando un gato te da un poco de su amor es más gratificante pues has sido: “el elegido”.

 Son de mala suerte

Los gatos y sobre todo los michitos negros están asociados a “fuerzas malignas o demoniacas”. La superstición es tanta que algunos han sido utilizados en rituales de brujería, siendo sacrificados en fechas como Halloween.

Más negro que la noche. (Imagen:Twitter)

Dentro del imaginario colectivo mexicano podemos ubicarlos en cintas como Más negro que la noche de Carlos Taboada y en la literatura podemos ubicar “El gato negro” de Allan Poe; obras en las que los felinos son dotados de un misticismo y oscuridad que poco los favorecen.

Se adueña de mis espacios

 

Si has vivido con un gato te darás cuenta de que esa casa es suya y tú eres el invitado:

Un gato entiende por su territorio aquel lugar en el que se encuentran los recursos que necesita para satisfacer sus necesidades básicas y expresarse como gato. Y entiende que su territorio es suyo, punto. Los gatos son, pues, una suave bola de pelo con férreos principios liberales en lo que concierne a la propiedad privada.”(Vía: El País)

Con un gato tienes una convivencia muy especial en la que realmente se comparten espacios y te ayudan a apreciar el paisaje de manera distinta, pues los habitan de manera intermitente y sin ser invasivos.

Son agresivos

Los gatitos son cazadores por instinto, de manera que, siempre están persiguiendo algo. Puede que de un momento a otro comiencen a correr tras de algo invisible o te muerdan sin “ningún motivo”.

La mayoría de los michitos saben poner límites cuando quieren ser acariciados o es un mal momento. Por tanto, si las personas no suelen prestar atención a las señales como orejitas retraídas, maullidos intensos o movimientos interminentes de colita, no es culpa del gatito.

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Los gatitos curan la depresión, son la cosa más hermosa del mundo y merecen una oportunidad para vivir de manera digna ¿no lo crees?

Con información de: El País