Un hombre condenado a muerte pidió que retrasen su ejecución porque quiere donar un riñón. Ramiro González fue sentenciado en Texas, Estados Unidos, y se le aplicó la condena máxima, pero su última voluntad es ayudar a una persona antes de partir.
El hombre de 39 años solicitó aplazar su condena luego que tuviera una conversación con el cantor Michael Zoosman, un defensor de la pena de muerte y ex capellán de la prisión, quien le contó que uno de los miembros de su congregación necesitaba un trasplante de riñón.
Zoosman comenzó a escribir a diversos condenados a muerte en Texas; sin embargo, no suele recibir respuesta por parte de ellos, hasta que en enero de 2021, González le respondió y desde entonces mantuvieron una conversación en la que ambos acordaron la donación del riñón.

Ahora, el hombre está a pocos días de cumplirse su pena de muerte que está programada para el 13 de julio; no obstante, ya solicitó una suspensión por 30 días para proceder con la intervención. Según Zoosman, ambos intercambiaron libros, palabras y hablaron sobre el perdón y arrepentimiento, algo que Ramiro González, quiere cambiar al encontrar “una manera de salvar una vida”.
La donación sería para una mujer; sin embargo, ambos no fueron compatibles, por lo que ahora busca que su riñón sea para otra persona. Pues según su abogada, Thea Posel, “es un excelente candidato para la donación”, y que es una persona que podría brindar el tratamiento para preservar la vida de alguien.
Ramiro González fue sentenciado en 2006 por secuestrar, agredir sexualmente y asesinar a Bridget Townsend. Tenía 18 años cuando cometió el delito y ahora, tras 15 años en prisión y a días de su sentencia, la cual según medios acepta, busca “una oportunidad para la expiación” que “podría ser una forma en que podría hacer algún tipo de reparación”.
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