Desde hace unos meses, la medallista olímpica Paola Espinosa había anunciado un temporal retiro de las justas deportivas por su maternidad. Es de todos sabido que el embarazo obliga a las deportistas a interrumpir sus rutinas profesionales. Ayer trascendió que, afortunadamente, la hija de Paola Espinosa nació saludable, sin embargo, la nota la dio hoy, la marca de bebidas deportivas Gatorade que felicitó de una forma muy desafortunada a la medallista.

La felicitación de Gatorade dice: “Paola, [sic] Felicidades por obtener la medalla más grande de todas: Ser mamá.”

Por supuesto, nadie está en contra de que una marca de bebidas deportivas felicite a una destacada deportista; el problema es que su felicitación sugiere que una mujer es más valiosa siendo madre.

El internet así lo interpretó y, desde la mañana, no ha parado de increpar a la marca con cuestionamientos sobre su fallida felicitación.

Si usted cree que no es para nada desafortunada la felicitación de Gatorade, piense en lo siguiente: ¿le parecería bien que a un hombre le dijeran que no hay mayor logro que ser papá? A un hombre no se le exige ser padre para ser una persona plena; en cambio, a una mujer se le suele exigir la maternidad como un pasaporte a la plenitud y se le juzga negativamente si, voluntariamente, decide no ser madre.

Aún si la clavadista mexicana declaró de forma metafórica que: “ser madre es la mayor medalla”, exhibir eso en una felicitación publicitaria es un pésimo ejemplo para el resto de las mujeres en general, y de las madres, en lo particular.

https://twitter.com/PaolaEspinosaOf/status/892445081524994052

Sí, Paola Espinosa lo dijo, y es su decisión y su plan de vida, por lo tanto, ella tiene toda la libertad de decir que ser madre es “su mayor medalla”; el problema, justo está en la imposición a priori de Gatorade: un ente empresarial que ha decidido imponer una visión tradicional: la mujer está para ser madre y, por tanto, éste es su mejor logro.

Un hijo no es un trofeo. Y de la misma forma en que no debemos cosificar la maternidad, no se debe exigir al resto de las mujeres que sean madres para que presuman ser personas plenas y completas.

Aunque la marca deportiva no ha hecho declaraciones posteriores al respecto, los internautas (muchas feministas, entre ellos) se han puesto a debatir sobre la pertinencia o no de la felicitación.

Es entendible el deseo genuino de felicitar a una destacada deportista por un hecho importante de su vida. El problema es que esa felicitación “inocente” se convierte en una exigencia para el resto de nosotras.

En resumen, como dijo una lectora nuestra, la lógica de Gatorade es:

La medalla más grande de todas = el mayor logro

El mayor logro > cualquier logro

La medalla más grande todas = ser mamá

Ser mamá > cualquier otro logro

 

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