Como parte de una serie de programas, Milenio invitó a Andrés Manuel López Obrador a debatir con sus columnistas. El programa se transmitió ayer y, aunque se dijo mucho, las preguntas hechas por varios (y las miraditas que le echaban a AMLO) y las respuestas del tabasqueño nos generan muchas más preguntas que aclaraciones.
Debate sobre lo que ya sabíamos
Es sabido por todos el pleito picado que tienen desde hace años Carlos Marín y López Obrados (y Aguilar Camín y AMLO, y Silva Herzog y AMLO, y Uresti y AMLO, y… bueno, AMLO con Milenio), por lo que la invitación a un debate en sí mismo era algo celebrable, y el diálogo que se generó, a pesar de los evidentes y constantes choques entre Marín y él, es quizá, de lo mejor que ha ocurrido en esta pre-campaña (que ya no es pre, pero ya mero es pero no, pero chance).
Contradicciones, elipsis, gritería de Marín y todo, no le fue mal a AMLO en Milenio.
¿Su plan? Según entendí: Cambiar todo masomenos d e s p a c i t o "porque si les digo que será rapidito se me espantan".
— Javier (@javieraparicio) March 22, 2018
Los primeros minutos, las preguntas giraron alrededor de las reformas energética y educativa. A pesar de lo incidentado del diálogo (entre AMLO interrumpiendo y Marín interrumpiendo al que interrumpió), apareció constantemente desde López Obrador algo que es su constante: “consulta ciudadana”.
Consulta ciudadana para derogar reformas, consultas para ‘defender’ derechos. A pesar de las preguntas de Puig y Silva Herzog sobre los conflictos constitucionales y legislativos que implica someter a consultas binarias temas complejos, López Obrador insistió en que es el mejor método para garantizar su cumplimiento.
#amlo milenio vs Andrés manuel pic.twitter.com/MmRPfTpbzN
— G∆∆BY™ ツ (@GAABY) March 22, 2018
Las mejores respuestas a las mejores preguntas
Cuando el debate giró hacia la Seguridad, tras la pregunta de Silvia Uresti, las respuestas de AMLO se movieron en terrenos más conocidos y mejor trabajados desde su jefatura de gobierno.
El cambio de estrategia hacia una integral que incluya empleo y educación para jóvenes, incluyendo su propuesta de las becas para los jóvenes que no estudian ni trabajan.
Si bien los “cómos” fueron exigidos por los periodistas (y no fueron respondidos por Andrés Manuel), el cambio de estrategia, de una confrontacional a una integral sea quizá de sus mejores propuestas.
Donde a AMLO se le enredó todo
El combate a la corrupción siempre ha sido uno de los temas que más trabajo le ha costado a Andrés Manuel. Al mismo tiempo porque no ha presentado un programa claro para enfrentarla y por su idea de que el ejemplo del presidente es suficiente para desincentivarla.
Al ver el rating de Milenio durante entrevista con AMLO, las televisoras ahora sí estarán haciendo fila para llevar a AMLO a sus programas. #AMLOenMILENIO
— Emilia Loza Vera (@emilozrod) March 22, 2018
Sin planes claros (aunque no tengan claro cómo se ejecutarían, como sus propuestas económicas, los enredos de AMLO levantan muchas preguntas que ahogaron tanto la plática de López Obrador como los gritos de Marín.
Los silencios de ambos lados
Los derechos humanos no son ni votables ni pueden ser sujetos a consultas. Y eso se le ha repetido una y mil veces a Andrés Manuel, quien ha insistido en mantener silencio o responder con salidas a la tangente cuando se le ha preguntado sobre derechos reproductivos, sexuales e igualitarios.
Hola, @Milenio
Quedan 5 minutos del debate con AMLO.
¿Nadie hizo una pregunta sobre las mujeres, una de género?
¿No será porque casi invitaron a puro hombre?
— Sandra Barba (@sandra_barba) March 22, 2018
La única pregunta sobre derechos de la comunidad LGBT+ y reproductivos, hecha por Uresti, fue una que pudo ser respondida con un “sí o no”. La consulta popular para derechos humanos ya ganados.
Varios columnistas le recordaron que la alianza de Morena con el Partido Encuentro Social lo pone en una situación, cuando menos, compleja. En primera, porque el partido, fundado por grupos evangélicos, ha sido público en su intento de anular el Estado laico y abolir derechos igualitarios, y, segundo, por su silencio y la insistencia de AMLO en quedarse callado respecto a estos mismos temas.
“Yo soy respetuoso con los derechos humanos pero no diré más. Primero, por respeto a quienes me escuchan y, segundo, para no… dar la nota del escándalo”
En un ‘debate’ que fue más un recuerdo de pleitos en clase de filosofía de la preparatoria, donde parecía que nadie sabía de qué hablaba pero estaban muy enojados con las posturas que supuestamente tenían