Otra activista ambientalista es asesinada en Honduras
Este no es el primer crimen de este tipo en Honduras: en marzo pasado, fue asesinada quien era la líder del Copinh, Berta Cáceres. Y solo cinco días después de este hecho, Tomás García, otro dirigente de esta organización, corrió con la misma suerte.

Lesbia Yaneth Urquía, ambientalista hondureña que pertenecía a la misma organización que la líder indígena Berta Cáceres, fue asesinada el pasado miércoles 6 de julio.
Según informó el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), a través de un comunicado de prensa, la activista fue secuestrada cuando salía de su casa. Más tarde, fue encontrado su cuerpo en el basurero de Marcala, pueblo en el que vivía, ubicado en el departamento de La Paz, al oeste de Honduras.

Aurora I
Lesbia Yaneth Urquía Urquía tenía 49 años, y era madre de dos hijas y un hijo. Participó en las protestas en contra del golpe de Estado del año 2009 y militó activamente en contra de la construcción de la represa hidroeléctrica Aurora I. De igual manera, luchó por que no se concesionaran y privatizaran los ríos del departamento de La Paz.
Cabe mencionar que la hidroeléctrica Aurora I estará en territorio lenca, y atentará contra ríos, recursos naturales y bienes indígenas. Dicha hidroeléctrica es propiedad del esposo de la actual presidenta del Partido Nacional y vicepresidenta del Congreso Nacional, Gladys Aurora López (vía Copinh).
Este no es el primer crimen de este tipo en Honduras: en marzo pasado, fue asesinada quien era la líder del Copinh, Berta Cáceres. Y solo cinco días después de este hecho, Tomás García, otro dirigente de esta organización, corrió con la misma suerte.
Por todo ello, el Copinh denunció:
“La muerte de Lesbia Yaneth constituye un feminicidio político que busca callar las voces de las mujeres que con coraje y valentía defienden sus derechos en contra del sistema patriarcal, racista y capitalista, que cada vez más se acerca a la destrucción de nuestro planeta.”
La organización responsabiliza del asesinato de Lesbia Yaneth al gobierno de Honduras (liderado por Juan Orlando Hernández), quien debería de proteger a sus ciudadanos (así como a sus defensores, indígenas, activistas), a Gladys Aurora López y a su esposo, Arnold Castro.