La revista Proceso publicó una entrevista con Perla Gómez Gallardo, titular de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), en referencia a las investigaciones sobre los asesinatos de la Narvarte. La entrevistada señaló que existen “graves irregularidades“.
El asesinato de Nadia Vera, Yesenia Quiroz, Alejandra Negrete, Virginia Martín y Rubén Espinosa ha desatado una investigación sospechosa y llena de irregularidades. Así lo sugiere la entrevista publicada por Proceso. Las filtraciones parciales y tendenciosas a medios de comunicación como Televisa, la presunta tortura que ha sufrido Daniel Pachecho Gutiérrez (el único detenido), las tendencias a utilizar prejuicios y discriminación para revictimizar a las víctimas y la prisa por desechar la posible línea de investigación que lleva al gobernador Javier Duarte, han empañado una investigación que por su importancia debería ser impecable.
Revictimización y desprestigio de las víctimas
Según declara Gómez Gallardo, la tendencia a filtrar información que desacredita a las víctimas es un perversión del trabajo de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF). Eso incluye el supuesto examen toxicológico que se presentó en el noticiero nocturno de Televisa, en dónde se decía que Nadia Vera y Rubén Espinosa estaban “bajo la influencia de drogas“.
Asimismo, se pronunció en contra de las declaraciones del procurador que insiste en la nacionalidad de una de las víctimas como un elemento importante. Esta información se ha repetido insistentemente en algunos medios, a pesar de que no tiene relevancia alguna para el caso el hecho de que alguna de las víctimas hubiera consumido drogas, o no; o que una de ellas haya sido colombiana. Ninguno de estos dos hechos son atenuantes para lo que les pasó.
Las filtraciones apuntan claramente a desacreditar a las víctimas. De alguna manera, se trata de proyectar la idea en algunos medios de que los cinco asesinados “se lo merecían“; y todo con el manejo de prejuicios y discriminación. Ninguno de estos elementos ayuda a clarificar los hechos ni descarta la posible participación del gobierno de Veracruz; y sin embargo, proceden de las filtraciones y las declaraciones de la propia PGJDF.
Y además de todo… ¿torturaron al detenido?
La fotografía que la PGJDF lanzó a los medios de Daniel Pacheco Gutiérrez muestra lesiones recientes en su ojo izquierdo, supuestamente provocadas por él mismo al momento del arresto. Recordemos que él es el único detenido hasta el momento en este caso, y que los otros dos supuestos asesinos son un franelero y un malabarista aún prófugos. Pacheco se negó a declarar frente a la juez que le dictó formal prisión, pero días después decidió romper el silencio y aseguró haber sido víctima de tortura.
Perla Gómez Gallardo asegura que Pacheco sostiene que fue torturado y aseguró que tiene miedo. No obstante, aún se llevan pruebas médicas y psicológicas para determinar si el detenido fue cohersionado o torturado. Por otra parte, la dirigente de CDHDF acotó que el detenido no especificó a qué le tenía miedo. También advirtió que es importante cuidar la imagen de Pacheco y la presunción de inocencia de cualquier caso judicial.
No saben lo que pasó, pero parece que ya saben “lo que no pasó“
Finalmente, Gómez Gallardo se pronunció sobre la omisión de la PGJDF en relación a la línea de investigación que desemboca en Veracruz. De acuerdo a Proceso, la entrevistada aseguró que en un caso como éste es fundamental tomar en cuenta información que prácticamente se ha pasado por alto. Específicamente se refiere a la labor tanto de Nadia Vera, como de Rubén Espinosa; ¿en qué habían trabajado?, ¿qué intereses habían afectado?, ¿qué planeaban hacer?
No basta con llamar a comparecer al gobernador Javier Duarte (hecho inédito, admitió), sino que se tiene que agotar la posible participación de su gobierno en los hechos. Toda vez que las mismas víctimas lo señalaron como un potencial peligro a su seguridad.
El proceso hasta ahora ha brillado por sus irregularidades. La PGJDF misma ha caído en declaraciones tendenciosas y ha filtrado información que jamás debió salir de la investigación. La posibilidad de que Pacheco hubiera sido torturado opaca aún más el trabajo de la dependencia. Su comportamiento ha sido más que dudoso, y mientras tanto no tenemos certeza acerca de lo que ocurrió en el departamento de la Narvarte, mucho menos por qué murieron cinco personas.