Desde el día de ayer, diversos medios de comunicación tuvieron acceso a la declaración de Daniel Pacheco Gutiérrez, único detenido por el multihomicidio de la Narvarte, en el que perdieron la vida Nadia Vera, Yesenia Quiroz, Virginia Martín, Alejandra Negrete y Rubén Espinosa. En ella, se acusa a Martín de “regentear prostitutas“ y de nuevo al resto de las víctimas de consumir drogas. El documento, emana directamente de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

Según se lee en la declaración de Daniel Pacheco, filtrada a varios medios, él no participó en los asesinatos, ni estaba al tanto de que se estaba llevando a cabo un robo. Señala que arribó al departamento de Luz Aviñón junto a dos sujetos identificados como “José Abraham“ y “Omar“, con el fin de mantener relaciones sexuales a cambio de dinero.

De acuerdo a la declaración, Mile Virginia Martín, conocida por él como “Nicole“,  se dedicaba a “regentear a un grupo de chicas, ofreciendo sus servicios sexuales a domicilio“. Adicionalmente, aseguró que ella y “Abraham“ mantenían una relación; y que ellos y otras dos personas “consumieron cocaína“. Aseguró que él únicamente fue al departamento para acordar tener relaciones sexuales con una chicha, que no identificó, a cambio de 1,800 pesos.

Finalmente, remató su declaración asegurando que las lesiones que se le ven en la foto, también filtrada por la PGJDF, se las hizo él solo:

“Me las ocasioné cuando me estaban subiendo a la unidad, ya que no calculé y me golpeé, por lo que no es mi deseo querellarme de las mismas“

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Estas nuevas filtraciones se suman a las anteriores (acuérdense que Televisa y otros medios presentaron el examen toxicológico de las víctimas para subrayar que habían consumido drogas). La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) ya había alertado sobre esta práctica, y había pedido que la PGR identificara a los involucrados en las filtraciones porque lesionaban a las víctimas y no se relacionaban con la investigación.

Cualquiera que sea el motivo de estas filtraciones, es claro que apuntan por lo menos a dos líneas: la desacreditación de las víctimas, y el alejamiento de la investigación de la línea que señala a Javier Duarte (gobernador de Veracruz y al que al menos dos víctimas responsabilizaron de su seguridad), como probable responsable.

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Según Perla Gómez Gallardo, titular de la CDHDF, las filtraciones son graves al menos por dos razones. En primer lugar, porque aporta datos sobre los inculpados, lo que lesiona su “presunción de inocencia“. Y en segundo lugar, porque afectan la imagen de las víctimas sin ningún objetivo informativo pertinente:

“Nosotros desde el primer momento emitimos medidas precautorias para que se evitara la difusión indebida por parte de la autoridad de datos que afecten la imagen o no abonen a una adecuada documentación“

Por si fuera poco, la declaración de Pacheco Gutiérrez está rodeada de una nube de “sospechosismo“. La titular de la CDHDF señaló previamente que el acusado había referido que fue víctima de tortura y que tenía miedo. Aún falta hacer pruebas psicológicas y físicas para determinar si la tortura en efecto se llevó a cabo, además de que Pacheco no especificó a qué o a quién le tenía miedo. La declaración, no obstante, convenientemente termina diciendo que los golpes que presenta en la fotografía filtrada “se los ocasionó él mismo“.

A pesar de que Roberto Campa, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), y Rodolfo Ríos Garza, titular de la PGJDF, insisten en que todas las líneas de investigación continúan abiertas; las filtraciones apuntan a culpabilizar a las víctimas. ¿Quién decide qué filtrar y por qué? ¿La PGJDF le está poniendo el pie a su propia investigación, o persigue otros fines no declarados?

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La abogada de Nadia Vera, Karla Michelle Salas, lamentó que la investigación no hubiera sido imparcial, ni objetiva, ni exhaustiva. En entrevista con Ciro Gómez, afirmó que se reunió con el titular de la PGJDF, y le expresó su preocupación sobre la filtración selectiva del expediente, que parece que tiene la intención de estigmatizar a las víctimas.

Por su parte la PGJDF ya se investiga a sí misma para fincar responsabilidades, porque las filtraciones de información reservada está prohibida. Aseguraron que ya han tomado declaraciones a decenas de sus trabajadores. Independientemente de quién ordena o ejecuta las filtraciones, es claro que sistemáticamente lesionan la imagen de las víctimas y sugieren que la línea de investigación que apunta a Javier Duarte no ha sido suficientemente atendida.