En Chihuahua el comandante de la Agencia Estatal de Investigación Andrés Lara fue asesinado y calcinado. Su asesinato se ejecutó catorce días después de un decomiso de armas y automóviles a una banda del crimen organizado. Elementos de seguridad calificaron este crimen como una narcovenganza.
El dos de junio elementos de seguridad encontraron una camioneta calcinada. Dentro de ésta se encontraba el cadáver calcinado del comandante Andrés Lara. El vehículo fue hallado en las inmediaciones de la carretera de Ojiganga, Aldama rumbo a la ciudad de Chihuahua. A mediados de mayo el comandante encabezó un aseguramiento de automóviles, armas de lujo y drogas en un rancho. Esta propiedad podría pertenecer a “El Menchaca”, líder del cártel de la región.
La Fiscalía General del Estado de Chihuahua fue quien inició la línea de investigación del homicidio. Para los especialistas se trató de una venganza por el aseguramiento realizado por el comandante y su equipo. Durante ese operativo se decomisó un Lamborhini, un Shelby GT y un Porsche. También fueron decomisados diversos automóviles con reporte de robo.
En cuanto al asesinato, los policías aseguraron que el comandante fue interceptado por un comando armado. Después de ejecutarlo le prendieron fuego al automóvil en el que residía el cuerpo de Andrés Lara. La investigación del crimen fue transferida a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO). La línea de investigación señala que el autor intelectual está relacionado con el trasiego de armas, distribución y venta de drogas y delitos como desaparición forzada.
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