En un retén de la Carretera Federal 83 de Texas, a 56 kilómetros de la ciudad de Laredo, fue descubierto un camión que viajaba en los carriles centrales. En la caja del tráiler se encontraron 76 migrantes hacinados. De acuerdo con la Patrulla Fronteriza, el descubrimiento se hizo después de una parada de inspección.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza declaró en un comunicado que el descubrimiento del vehículo se hizo el pasado 26 de enero. El conductor del remolque, de nacionalidad estadounidense, fue arrestado; el tráiler fue incautado por la Patrulla Fronteriza.
Entre las 76 personas que fueron rescatadas se encontraban migrantes indocumentados de México, Honduras, El Salvador y Guatemala. 13 de ellos eran niños y menores de edad que viajaban por su cuenta, sin compañía de sus padres.
“Estas organizaciones criminales ven a las personas como meros productos básicos, sin tener en cuenta su seguridad”, declaró Gabriel Acosta, subjefe de la Patrulla Fronteriza en el sector Laredo, al sur de Texas. “No toleraremos la flagrante indiferencia por la vida humana, seguiremos trabajando con nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley para desmantelar esas organizaciones y enjuiciar a los culpables”.
La portavoz del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, Nina Pruneda, declaró que aún no se darán a conocer los nombres de las personas que viajaban en el camión ni más detalles. La Patrulla Fronteriza, por su parte, dio a conocer que los migrantes se encuentran en buen estado de salud. (Vía: Reforma)
El camino de los migrantes, desde su lugar de origen hasta después de cruzar la frontera con Estados Unidos, está lleno de peligros: en el paso por México, en el que miles de migrantes son asesinados o desaparecidos (como puso en evidencia la masacre de San Fernando en 2010), así como el clima extremo del desierto y las acciones de la Patrulla Fronteriza una vez en la frontera con el país del norte (recientemente se supo que los agentes destruyen de forma rutinaria la ayuda humanitaria dirigida a los migrantes).
De este lado de la frontera, la crisis migratoria es aún una de las más graves deudas del gobierno mexicano en materia de derechos humanos.