El número de incidencias vinculadas directamente con hechos violentos en los penales del país, se duplicaron en los 3 primeros años del presidente Enrique Peña Nieto, según datos del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS). Eduardo Guerrero Gutiérrez, titular del OADPRS, explicó en su escrito, “Las cárceles y el crimen”, que la política del combate frontal al crimen organizado, impulsada por el expresidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, ocasionó que los conflictos entre organizaciones criminales se extendieron al interior de las penales.
Según Guerrero Gutiérrez, algunos penales se convirtieron en un activo para las organizaciones criminales porque en ellos vive una población cautiva a la que se puede extorsionar constantemente y un mercado para la distribución de drogas, además de que algunos penales funcionan como centros de operaciones donde se planean delitos como las extorsiones telefónicas, los secuestros y homicidios.
Según el OADPRS, del 2010 al 2012 la tasa de incidencias en las penales del país por cada mil reclusos, llegaba a las 8.8 en promedio. Ahora, del 2013 a julio de 2015 se duplicaron y alcanzan las 19.8%, siendo los eventos más recurrentes en los penales en 6 años analizados, las riñas, que representan el 49.7% de las incidencias, seguidos de los decesos con 18.5% y las agresiones con el 17.3%, las violaciones, según estos datos sujetos a una alta tasa de cifra negra, representan sólo el 0.1%, los homicidios el 1.5% y los suicidios el 3.5%.
La investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Elena Azaola Garrido, ya había declarado que no existe en el país un auténtico sistema penitenciario ni de reinserción social, a pesar de que la mayoría de los recluidos en los penales mexicanos están por delitos no graves.
“No se visualiza los daños que regresan a la sociedad de múltiples maneras, con la manera en que se trata a los prisioneros, están en condiciones infrahumanas, en una situación degradación de la condición humana”, declaró Azaola Garrido.