Javier Duarte, gobernador del estado de Veracruz, rindió este martes su declaración ante personal de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) por el asesinato de Rubén Espinosa y Nadia Vera, perpetrado en un departamento de la colonia Narvarte el pasado 31 de julio.

En un mensaje fechado el día de hoy y distribuido por la Coordinación General de Comunicación Social, ratificó que el día lunes Duarte solicitó a Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno del Distrito Federal, rendir su declaración sobre este caso, donde asesinaron a cinco personas.

En el documento se expresa que:

“nunca he creído en el fuero, así que en un hecho inédito de la historia política y jurídica de México, personal de la Procuraduría del  Distrito Federal estuvo presente en esta jurisdicción y recabó la información que yo pudiera aportar”.

Javier Duarte señaló también que dio respuesta a todas las interrogantes que le hicieron y dejó en claro que se deslinda de los fatales acontecimientos ocurridos a finales de julio en la citada colonia de la Ciudad de México

“así como no creo en el fuero, tampoco creo en los linchamientos públicos que lejos de crear valor, alejan la verdad y encubren a los verdaderos culpables”.

Duarte

Por otra parte, en la Fiscalía General del Estado se llevó a cabo la recepción del oficio, donde estuvieron presentes María del Rosario Zamora González, Fiscal de Investigaciones Ministeriales de la (FGE) y José Francisco Coronilla Argueta, agente del Ministerio Público de la PGJDF.

Todo esto en momentos en que la Fiscalía para la Atención de los Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión reveló que en la administración del priista Javier Duarte han ocurrido el 62% de los casos de comunicadores asesinados (10) y el 100% de los desaparecidos (4) en Veracruz. En tanto, la ONG internacional Artículo 19 reportó que hasta al 31 de julio había 37 periodistas desplazados de Veracruz por amenazas que se atribuyen al crimen organizado, al gobierno estatal y a los gobiernos municipales, cifras que dejan a esa entidad como el peor lugar de México para ejercer el periodismo.