En la madrugada de este jueves fue ejecutado José Márquez Balderas, “El Chichi“, presunto “jefe de plaza“ del grupo criminal conocido como “Los Zetas“; con él se encontraba el periodista Juan Heriberto Santos Cabrera, excorresponsal de Televisa Veracruz, y otras cuatro personas.
Los hechos se consumaron en un bar del centro de Orizaba, Veracruz, conocido como “La Taberna“. Según lo explica la Fiscalía General del estado, el periodista y el presunto criminal se encontraban “conviviendo“ con otras persona cuando cinco sujetos con armas largas entraron y abrieron fuego contra ellos. En el altercado también fallecieron Sergio Felipe Mendoza Morgado, Alberto Rodríguez Romero, José Eduardo Castillo Romero y otra persona que aún falta por identificar.
Santos Cabrera es el décimo quinto periodista asesinado bajo la administración de Javier Duarte en Veracruz. Fue despedido hace un mes de Televisa por un “recorte de personal“, y desde entonces se ha dedicado a escribir en diversos portales, como Orizaba en Red. Asimismo, resultaron heridos en el incidente otros dos reporteros del periódico local El Buen Tono, pero José Abella, dueño del periódico y excandidato el PAN se desmarcó de inmediato y dijo que los hechos no tienen nada que ver con su publicación.
La Fiscalía General de Veracruz, que de manera extraordinaria distribuyó un comunicado a las pocas horas de sucedidos los hechos, interceptó a los atacantes y los enfrentó sin que pudiera detenerlos. Según su informe, dos elementos de seguridad resultaron heridos y los sujetos que habían entrado a fuerza de disparos a “La Taberna“ escaparon.
Este caso tiene demasiadas variables, involucra a los Zetas, a Televisa y al peculiar comportamiento de la Fiscalía General del estado. Por si fuera poco, la muerte del reportero se suma a un clima de alto peligro para la prensa en Veracruz, bajo el gobierno de Javier Duarte. Hay demasiado qué investigar, demasiado que no sabemos y muchas cosas que probablemente no sabremos jamás.