Las elecciones aún no han comenzado, ni siquiera las campañas, pero la tensión está en el aire. Las elecciones en Jalisco pintan para ser igual de complejas, tensas y, esperemos que no, violentas como en 2012. Enrique Alfaro, que compite por segunda vez a bordo del barco de —movimiento naranja— Movimiento Ciudadano para ser el gobernador jalisciense.
El pre-candidato denunció que en el camino para llegar a uno de sus actos para promover su campaña en Jalostotitlán fue acosado por elementos de la policía. Apuntó que:
En un puente muy oscuro cerca de Cañadas de Obregón y rumbo a Jalostotitlán, mi equipo y yo fuimos objeto de un evidente acto de intimidación por parte de la policía estatal. Con armas largas por delante, fuimos amenazados sin razón alguna (vía: El Occidental)
Rumbo a Jalostotitlán, la policía estatal nos cerró el paso y trató de intimidarnos. Quiero dejarle muy claro a la Fiscalía y al Gobernador que no nos va a detener. Si las autoridades no sirven para proteger, los hago responsables de lo que me pase a mí o a mi equipo de trabajo. pic.twitter.com/rhkHSKVvUs
— Enrique Alfaro (@EnriqueAlfaroR) 10 de enero de 2018
De esto, resposabilizó a Aristóteles Sandoval, actual gobernador de Jalisco, por el acoso y por todo lo que pudiera sucederle a él o a su equipo de trabajo mientras el proceso electoral se dé, porque Alfaro no cree que este horno esté para bollos y las elecciones necesitan llevarse en calma, pues todos están preparados para responder cualquier intimidación (intimidando al intimidador…)
Quiero dejarles muy claro de una vez por todas a la Fiscalía y al Gobernador, que su irresponsabilidad no nos va a detener. Le exijo que detenga estos irresponsables actos y lo hago responsable por mi seguridad y la de mi equipo. Lo que fue un irresponsable acto de intimidación pudo convertirse en una tragedia. (vía: El Universal)
Hay que recordar que en 2012, cuando Sandoval y Alfaro compitieron por el mismo puesto, las elecciones se dieron en un contexto violento para Jalisco, que terminó con una ola de violencia en la que incluso fueron secuestrados miembros de Movimiento Ciudadano, sin poder confirmarse si se trataba de hechos aislados o parte de una acción violenta directa contra el partido, en otra elección que también fue marcada por la incertidumbre en las casillas por parte de los votantes. (vía: Proceso)
