“Desprecio el populismo“: Reaparece expresidente Zedillo con fuertes declaraciones sobre las características que debe cumplir el próximo presidente de México, de cara a los comicios del 2024.
El expresidente de México que tuvo su sexenio entre 1994 y el 2000 fue desapareciendo de los reflectores y la vida pública del país de a poco y con ayuda de muchas polémicas vividas desde inicios de su mandato.
Sin embargo, en pleno 2023 Zedillo reapareció y de manera global en el foro ‘Origen y consecuencias de la trampa del predesarrollo mexicano’, realizado por el Instituto Pearson.

Expresidente Zedillo
Entre los temas destacados en la conversación, se cuestionó al exmandatario sobre las características que debe tener el próximo sucesor de la silla presidencial.
“Me gustaría que llegue alguien que escuche a la gente y reconozca lo complejo que son nuestros problemas (…) que no divida a la sociedad, que impulse las reformas que nuestros países necesitan“.
Ernesto Zedillo.
Y eso no fue todo, pues el mandatario responsable del ‘error de diciembre’ y con él la devaluación del peso mexicano en 1994. También reconoció abiertamente que ‘desprecia el populismo’.
“Desprecio el populismo, cuando la gente empezar a dividir el mundo entre los que son como yo y los demás, entonces empezamos a dividir las sociedades creo que tenemos que ser un poquito más cuidadosos con ese tipo de evaluaciones“.

Entre las declaraciones más polémicas del expresidente de 71 años destaca su opinión sobre las elecciones y las mentiras que se dicen para ganarse al pueblo (o eso dio a entender)
“Me gustaría ver un presidente que no sea elegido mintiendo al pueblo, un presidente que no gobierna mintiendo a la gente y culpando a otros por sus propios errores“.
Recordemos que su sexenio estuvo marcado por eventos como ‘La masacre de campesinos en Aguas Blancas’, ‘La Matanza de Acteal’, la reestructuración de la deuda de Televisa, la privatización del sistema ferroviario…
Pero no todo fue como una olla de presión ¿o sí? También se le recuerda por momentos altamente públicos al ir con su familia y un séquito de escoltas al concierto de la banda U2.

O al rechazar una artesanía bordada que le ofrecía una mujer indígena con la inolvidable frase “No traigo cash”.
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