En el estado de Veracruz, cuyo gobierno encabeza el priísta Javier Duarte Ochoa, sigue el acoso a periodistas, estudiantes, docentes, activistas y ciudadanos que asisten a las marchas o en mítines, que sean miembros de organizaciones sociales o simplemente realizan protestas de inconformidad con el actual gobierno.

Policías vestidos como civiles, “orejas”, se infiltran a la marchas con la finalidad de oír, reprimir y golpear a los participantes para luego, en el mejor de los casos, entregarlos a la Fuerza Civil.

Distintas organizaciones no gubernamentales, civiles, periodistas y participantes de movimientos han declarado que son golpeados, amenazados, acosados hasta en las afueras de sus hogares, los pasean llevados, los arrestan sin imputarles cargos o los encierran en galeras de manera arbitraria.

Desde 2014 académicos e investigadores de la Universidad Veracruzana denunciaron que el “estado hay alta represión y violencia, que afectaba no sólo a jóvenes sino a toda la población”

Veracruz es el estado más violento para ejercer la profesión de periodista, pero con las nuevas denuncias, tal parece ser que también ya los es para todo aquel que quiera manifestarse, que haga señalamientos, denuncias o realice activismo.

A todos estos señalamientos, el priísta Víctor Rodríguez Gallegos, dijo al rendir protesta como nuevo dirigente del Comité Ejecutivo Estatal del Movimiento Territorial del Estado de Veracruz que:

“Hoy en Veracruz estamos siendo objeto de calumnias infundadas, descalificaciones dolosas, de señalamientos falsos” y dirigiéndose a quienes supuestamente han desprestigiado al gobierno de Javier Duarte sentenció: “a todos ellos les decimos que seguimos adelante, unidos más que nunca a favor de nuestro estado”.