López Obrador salía de su casa de transición para reunirse con la bancada legislativa de Morena. Esta vez, a diferencia de muchas otras, el presidente electo se notó molesto y cortante ante las preguntas de los reporteros, particularmente de la reportera de Reporte Índigo, Noemí Gutiérrez, cuando le cuestionó el apoyo que los senadores de su partido dieron a Manuel Velasco Coello y al PVEM.
Este es el video completo en el que @lopezobrador_ se niega a hablar sobre la licencia de Manuel Velasco, y llama "corazoncitos" a reporteras https://t.co/VCeeTKOwG5
?@noemiza pic.twitter.com/McaOaCwajD— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) September 6, 2018
Hay muchos problemas con la respuesta de López Obrador, no sólo la ‘actitud’ o la evasiva. Desde un principio no quiso responder, ni siquiera con tangentes o, como acostumbra en temas incómodos, mandando saludos y dando la mano a las personas que, desde el 2 de julio, se reúnen afuera de la casa de transición esperando cruzar palabras con el presidente electo.
“No quiero hablar de eso, corazoncito” y “tengan cuidado ahí” fueron las primeras frases que mencionó cuando Gutiérrez terminó su pregunta. No sólo la condescendencia del tono, sino el apelativo con el que se dirigió a la reportera son preocupantes: ¿le hubiera dicho ‘corazoncito’ a un reportero?, ¿hubiera ‘advertido’ sobre ese tema de haber sido cuestionado por reporterOs?
El mote ha sido muy mal recibido en redes sociales por compañeras reporteras de Noemí Gutiérrez. Y es que el apelativo no sólo desestima el trabajo profesional de las reporteras que cuestionaron a López Obrador (porque se escuchan al menos a tres reporteras haciendo más o menos las mismas preguntas), sino que también las infantiliza: así le dicen los tíos a sus sobrinas, no un presidente electo a las reporteras que cubren su agenda.
Muy mal la expresión "corazoncitos" para las reporteras que cuestionan a #AMLO. Cero respeto a la profesión de las periodistas al usar esa expresión, se nota el desdén… por no hablar del machismo que implica. Qué decepción. https://t.co/RPGdITwhzp
— ImeldaGarcía (@imegarcia) September 5, 2018
Andrés Manuel se dirigía a San Lázaro, para reunirse con la bancada de Morena (incluida los cinco del PVEM que ‘les donó’ el partido para que su bancada fuera mayoría). Lo que había ocurrido el día anterior en el Senado es, todavía, el tema en la agenda nacional, era de esperarse que sería cuestionado sobre el posible pacto tras bastidores entre Morena y el Verde.
Es evidente que es un acuerdo que, por lo menos, incomoda a López Obrador, específicamente cuando Gutiérrez le preguntó si eso, que parecía un acuerdo cupular, no contradecía el discurso y las promesas de campaña tanto del presidente electo como del partido que lo impulsó.
Y falta el crédito a las reporteras y reporteros que están ahí cumpliendo jornadas de trabajo increíbles y dejándose la piel para hacer esto. Mucho respeto a @noemiza y colegas que están haciendo este trabajo, literalmente contra viento y marea.
— Verónica Calderón (@veronicalderon) September 6, 2018
En San Lázaro, mientras el coordinador de la bancada del PVEM decía que ‘salió baratísima’ la negociación, López Obrador ignoró lo ocurrido en el Senado. Según los diputados, ‘les leyó la cartilla’, pero no hubo una sola mención a lo ocurrido el día anterior:
“Hablamos de toda la ética de un legislador de una legisladora, se habló de los nuevos legisladores que debemos ser, jamás poder autorizar ningún moche, jamás tocar un dinero que no sea nuestro, nunca estar con las prácticas del viejo modelo“, dijo Dolores Padierna al periódico Reforma
Después del Sexto Informe, hubo sesión en el Palacio Legislativo de San Lázaro y los partidos fijaron sus posiciones; fue la primera de esta legislatura con mayoría de Morena. El presidente de la Cámara, Porfirio Muñoz Ledo, condujo la sesión. #EnPunto con @DeniseMaerker pic.twitter.com/3RLBxIyHfQ
— Noticieros Televisa (@NTelevisa_com) September 4, 2018
SI hay que ‘tener mucho cuidado con este tema’ será, nos imaginamos, porque todavía falta mucho para que dejemos de hablar de él.