Ante las protestas que han surgido en la Universidad Nacional Autónoma de México tras la denuncia de violación dentro de los baños del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur, la UNAM respondió con una táctica para proteger a sus alumnas y es que implementará botones de emergencia y cámaras en dicho plantel.
La estrategia de la UNAM consta de cuatro puntos, el primero de ellos es una investigación interna por la Oficina de la Abogacía General, la cual resaltaron que sería “a fondo”, con el objetivo de ver si existen fallas o negligencias en la aplicación de los protocolos para la atención de casos de violencia de género, como el que habría ocurrido en el CCH Sur, de esta manera la universidad se deslindaría de responsabilidad.
El segundo punto es que la Defensoría de los derechos Universitarios, Igualdad y Atención a la Violencia de Género deberá revisar todas las denuncias que existan en el CCH Sur sobre agresiones y así instalar una mesa de atención, esto con el objetivo de analizar las denuncias directamente con las estudiantes, y también recibir otras acusaciones.

Los botones de emergencia y las cámaras de seguridad se suman al plan de protección a alumnas del CCH Sur en el tercer apartado. Con esto, la UNAM pretende reforzar el control de acceso a la escuela y vigilar las instalaciones, además dijo que mejorará la iluminación en el plantel.
Como último punto, la UNAM cooperará con la Fiscalía General de Justicia de la CDMX para que se sume a las investigaciones de abuso sexual, tal como ya lo hace en el caso de la estudiante que denunció la agresión sexual en los baños del CCH Sur.
UNAM reconoce medidas insuficientes
El caso de la alumna se dio a conocer el pasado 17 de octubre y seis días después, la propia UNAM reconoció que “las medidas de seguridad adoptadas hasta ahora en el CCH Sur han sido insuficientes“, por lo que aseveró aplicaría mayores protocolos de seguridad, como lo son ahora sus cámaras y botones de pánico en el plantel.

El pasado 23 de octubre estudiantes en condición de anonimato declararon a La Jornada que no existían buenos protocolos de seguridad en el CCH Sur, pues tras pedir las grabaciones de las cámaras de seguridad en la zona donde ocurrió la agresión, encontraron que “no estaban funcionando y ni siquiera sabemos aún quién fue el responsable”.
Asimismo, la joven aseguró que tanto alumnas y alumnos están enojados debido a que hasta los profesores minimizan sus denuncias al decir “que somos ‘exageradas'”.
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