La semana pasada estuvo marcada por una ola de violencia sin precedentes; el último fin de semana de julio fueron asesinadas alrededor de 70 personas y en la semana se reportó el homicidio de tres alcaldes en distintas zonas de la República.
Las víctimas fueron los alcaldes de San Juan Chamula, Chiapas, Domingo López González; Pungarabato, Guerrero, Ambrosio Soto Duarte; y Huehuetlán, Puebla, José Santamaría Zavala.

Ante este panorama, Isidro López, presidente de la Conferencia Nacional de Municipios (Conamm) y alcalde de Saltillo, invitó al trabajo conjunto de los tres órdenes del gobierno:
“Para nadie es desconocido que en los últimos 10 días se han desarrollado eventos en los que vale la pena tomar acción y velar por la salvaguarda de las autoridades municipales, en beneficio de sus habitantes, que es, a final de cuentas a quienes nos debemos”, expresó López Villarreal (Vía Sin Embargo).
La propuesta del edil de Saltillo es convocar a una reunión con integrantes de la Junta de Gobierno, para encontrar una forma de solucionar esta crisis de seguridad. Solicitó al Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que se busque la creación de un protocolo de seguridad para los alcaldes.
https://twitter.com/IsidroLopezV/status/760639284051181568
López afirmó que para “seguir trabajando en la construcción de instituciones fuertes”, los funcionarios necesitan garantías mínimas, como la seguridad”.
Hasta ahora la Segob no ha respondido a sus solicitudes: “Hemos estado solicitando desde hace casi dos años, particularmente a la Secretaría de Gobernación sobre la necesidad y urgencia de que algunos alcaldes ya habían sido amenazados y obviamente requerían de una atención especial”, aseguró el director general de la Asociación de Autoridades Locales de México (AALMAC), Hermilio Pérez Cabrera. (Vía Expansión).

Por el momento, Osorio Chong ha reconocido que sí hay una necesidad urgente de atender esta problemática; sin embargo no ha hecho nada para garantizar la seguridad de los afectados.
En un país donde la violencia ha cobrado la vida de miles de personas, el no apoyar a los líderes de cientos de comunidades, da el mensaje claro y fuerte de que los actos de violencia perpetrados por el crimen organizado permanecerán impunes y desalienta a aquellos que quieran resistir a las dinámicas del narcotráfico.