¿Cuáles serían los requisitos para agregar una letra al acrónimo LGBT? ¿Quién sí y bajo qué circunstancias puede integrarse al movimiento? Esas son la clase de dudas que despierta la propuesta de añadir al acrónimo la letra K de Kink.
El acrónimo de la diversidad sexual ha recibido múltiples añadiduras desde que fue acuñado y cada letra añadida ha pasado por una discusión más o menos acalorada, pero ninguna propuesta había levantado el escozor que ahora levanta la idea de añadir la K.
Just no. “Kink” is not a sexual orientation. People with sexual kinks do not face any structural or systematic discrimination as a result of those proclivities.https://t.co/o3pjtMDnMf
— Claire (@ClaireShrugged) January 28, 2018
La discusión empezó cuando la revista Gay Uk retomó la inquietud de algunos grupos de incluir a las personas que practican el BDSM. Su post ha tenido reacciones encontradas o, por lo menos, ha generado muchísimas preguntas: ¿Vale la pena añadir esta letra? ¿La K cuenta en el abanico de la diversidad sexual? Y, sobre todo, ¿qué entendemos por K?
Porque K se refiere a la gente que practica o disfruta del sadomasoquismo en todas sus variantes, pero hay quien también en este cajón a la gente que tiene algún fetiche que otros podrían considerar vergonzoso.
If the rainbow umbrella covers absolutely everyone, it's meaningless. It's just an umbrella, as opposed to specific shelter designed to protect marginalised people.
— Claire (@ClaireShrugged) January 28, 2018
En ese sentido, consideran algunos, la inclusión podría ser un balazo en el pie: a su parecer, incluir a los “desviados” y los “pervertidos” (no decimos que tú lo seas tener arneses y máscaras de cuero) podría ser contraproducente para combatir los prejuicios y los estereotipos hacia la comunidad LGBT. (Vía: Washington Times)
También entre las reacciones en contra se encuentran quienes consideran que los que pertenecen a la K no son marginalizados ni discriminados. Otros consideran que sus prácticas no representan una orientación sexual o una identidad más. (Vía: Desastre)
"Dos espíritus, kink y más" pero qué cojones es esto que parecen expansiones del wow
— Santos (@menukebabmixto) February 6, 2018
Entre o no la letra K al acrónimo LGBT, discutir los límites de la comunidad no es una tarea menor. Aunque es altamente probable que la K no sea añadida al espectro de la diversidad sexual que marcha cada año, discutir qué se apoya y bajo qué condiciones es un ejercicio saludable para la comunidad.
