Carlos Tito Barraza, originario de Tlalnepantla, era un DJ y poeta ‘eslamero’ que viajó a Ottawa, Canadá. Fue a nadar con sus amigos al río Petite-Nation, en los alrededores de la capital canadiense,el pasado 12 de agosto pero lo arrastró la corriente; para cuando llegaron los paramédicos a rescatarlo ya era muy tarde: fue trasladado a un hospital cercano, donde se confirmó su muerte. Ahora, la familia está tratando de reunir el dinero suficiente para repatriar sus restos para ‘enterrarlo en el pueblo que lo vio crecer’.
Me enteré esta madrugada de la muerte de Carlos "Tito" Barraza, camarada y colega eslamero. Se está organizando una colecta para repatriar su cuerpo desde Canadá. Ojalá puedan apoyar por acá. https://t.co/ovdaXz0cCm
— Javier Raya (@javier_raya) August 15, 2018
Cuando estaba detrás de una tornamesa, en su temporada viviendo en San Andrés Cholula, Puebla, Tito era conocido como ‘Sonido Mamalón’. Además de trabajar el sonido mamalonamente era también un poeta ‘eslamero’: subía al escenario y, como muchos otros, lo mismo improvisaba que recitaba.
Viajó a Canadá y, el pasado 12 de agosto, entró en el río Petite-Nation, en la provincia de Ottawa cerca de la pequeña ciudad de Ripon. Lamentablemente, la corriente lo separó de sus amigos y lo arrastró varios kilómetros. Para cuando los paramédicos los rescataron ya era demasiado tarde. A pesar de que le dieron los primeros auxilios y fue trasladado a un hospital, lo único que se pudo hacer fue confirmar su muerte. (Vía: TVA Nouvelles)
Luego de su muerte, sus amigos iniciaron una campaña para reunir fondos para repatriar sus restos a través de la página Go Found Me. El costo de este tipo de traslado es alto no sólo porque requiere un cuidado especial, sino también por los trámites legales y diplomáticos que tienen que cubrirse.
Los testimonios que han dejado amigos, familiares y conocidos de Tito revelan una persona cariñosa y entregada que, lamentablemente, murió muy joven.

Todavía no se sabe hasta cuándo regresarán a México los restos de Tito, queda esperar que no tarden mucho.
