Michael Flynn el asesor de seguridad nacional de Donald Trump presentó su renuncia debido a la controversia en la que se vio envuelto en relación a las conversaciones y los acercamientos que tuvo con funcionarios del gobierno de Rusia antes de que Trump tomara posesión como presidente de los Estados Unidos el pasado 20 de enero. Según algunas fuentes, Flynn, sin todavía ocupar un cargo de manera oficial, conversó con el embajador ruso, Sergey Kislyak, respecto de las sanciones impuestas a Rusia por el gobierno de Barack Obama a raíz de los supuestos ciberataques realizados durante la pasada campaña electoral.
En ese sentido, Flynn violó la leyes de los Estados Unidos, particularmente el Estatuto Logan que establece que ningún civil tiene la capacidad de inmiscuirse en disputas diplomáticas, falta en la que el ex consejero cayó, ya que oficialmente no ejercía ningún cargo en el gobierno cuando mantuvo contacto con el embajador de Rusia en Estados Unidos. Este personaje además fue mencionado en los reportes (con fragmentos desclasificados) de la CIA, el FBI y la NSA entregados al todavía presidente Barack Obama respecto a la intromisión de Rusia en el proceso electoral, ahí se señalaba la cercanía de Flynn con funcionarios del gobierno ruso e incluso se filtraron fotos del viaje que tuvo a ese país, en donde se le vio en una gala junto con el presidente Vladimir Putin.
En su renuncia, Flynn señaló que de “forma inadvertida” dio información “incompleta” al vicepresidente, Mike Pence y a otros funcionarios, respecto de las llamadas que sostuvo con el embajador de Rusia. En un principio, Flynn el ex consejero de seguridad negó haber discutido respecto a las sanciones impuestas por los ciberataques, pero, después informó a la Casa Blanca que sí se discutió el tema con el embajador ruso, Sergey Kislyak.
Trump por su parte, cuestionó las filtraciones que se han dado desde la Casa Blanca, particularmente las relacionadas con Flynn, señalando que la opinión pública está buscando desviar la atención debido a que su gobierno está confrontando a Corea del Norte, no queda claro el nexo entre los dos hechos, pero ese fue el argumento de la administración Trump. No obstante, la renuncia del funcionario se dio en el marco de ciertas presiones políticas al interior del sistema, debido a que varios legisladores llevaban tiempo presionando al gobierno de Trump para que despidiera a Flynn, debido a la posibilidad de que esté siendo chantajeado por el gobierno ruso a raíz de sus vínculos.
Finalmente, el gobierno de Rusia señaló, por medio de su vocero, Dimitri Peskov, que la renuncia de Flynn es un problema que le compete a la administración de Donald Trump. Asimismo, apuntó que todavía no hay claridad en cómo van a ser las relaciones entre Rusia y Estados Unidos y que la salida de Flynn parece que complicará los acercamientos que se habían logrado; recordemos que durante su campaña, Trump elogió varias veces al presidente de Rusia, pero por otra parte, hasta el momento solo ha habido una llamada telefónica entre los dos mandatarios y la administración Trump no ha retirado las sanciones a Rusia. (Vías: BBC, Milenio)