Prohíben y multan el acoso callejero en Buenos Aires
En Buenos Aires, el 97% de las mujeres ha sufrido acoso callejero, de acuerdo con la información del Primer Índice Nacional de Violencia Machista, por esta razón, además de las...
En Buenos Aires, el 97% de las mujeres ha sufrido acoso callejero, de acuerdo con la información del Primer Índice Nacional de Violencia Machista, por esta razón, además de las crecientes cifras de feminicidios en el país, se acaba prohibir cualquier acto de acoso de este tipo y quienes infrinjan la ley, obtendrán una multa de hasta 1000 pesos argentinos, que equivalen a 60 dólares aproximadamente. (Vía: El País)
De acuerdo con la ley, se considerará acoso sexual callejero al que sea llevado a cabo en espacios públicos o de acceso público y que se manifieste en conductas como: comentarios sexuales, directos o indirectos al cuerpo, fotografías o grabaciones no consentidas; contacto físico indebido o no consentido, persecución o arrinconamiento; masturbación o exhibicionismo, gestos obscenos u otras expresiones.
Esta iniciativa, impulsada por el legislador Pablo Ferreyra, busca hacer frente al acoso sexual a través de prevenirlo y sancionarlo con las acciones antes mencionadas, a pesar de que tan sólo dos años atrás el entonces alcalde de Buenos Aires y ahora presidente del país, Mauricio Macri, había puesto en duda que existan mujeres que se ofendan por un “piropo” con un comentario que causó la indignación de algunos:
“En el fondo, a todas las mujeres les gusta que les digan piropos. A aquellas que dicen que no, que les ‘ofende’, no les creo nada. (…)No puede haber nada más lindo, por más que esté acompañado de una grosería, que te digan ‘qué lindo culo que tenés’.” (Vía: El País)
De acuerdo con un informe realizado por la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá), las mujeres argentinas sufren sus primeros acosos a partir de los 9 años, lo que las obliga a buscar estrategias que las hagan sentir más seguras en la vía pública.
El debate sobre el acoso callejero, así como la necesidad de que hubiera un cambio cultural que le pusiera fin a éste, tiene ya su historia, sin embargo, fue después de 2015, cuando la joven Aixa Rizzo grabó un video, pues hasta el momento las autoridades no habían atendido su caso, en el que relató las agresiones verbales que recibió de un grupo de obreros que trabajaba por su casa, y después de que este video se viralizara, en la provincia de Buenos Aires los diputados nacionales comenzaron comprender la importancia de la denuncia de estos casos. De la discusión generada por este caso, aunque no es el único, surgió la propuesta de ley que ahora ha sido aprobada.