Siete personas, incluido un niño de tres años, murieron tras ingerir carne de tortuga venenosa en la Isla de Pemba, Tanzania. El comandante de la policía local informó que al menos cinco familias estuvieron en riesgo.
Y es que según reportes de las autoridades, las familias que vacacionaban en las playas comieron el alimento en los restaurantes de la zona el pasado jueves 25 de noviembre.
El comandante Juma Said Hamis confirmó el fallecimiento de siete personas y otras 38 se internaron en hospitales por síntomas al ingerir carne de tortuga venenosa.
Se informó que la gran mayoría de las personas que presentaron nauseas y otras afectaciones moderadas, ya recibieron su alta. Sin embargo, tres aún continúan internadas.
La carne de tortuga es un platillo común en la zona y no debería ser venenosa. Por el momento fue prohibida hasta que concluya la investigación, según la BBC.
Especialistas sugirieron que el veneno podría ser de un alga que produce venenos mortales y que sirve de alimento para las tortugas entre otras especies.
Médicos del hospital donde atendieron la intoxicación, informaron que los síntomas son más peligrosos en niños pequeños y personas mayores, aunque puede afectar a adultos sanos.
El pasado 19 de marzo, sucedió una tragedia similar pero en Madagascar. Aquella vez, murieron 19 personas después de ingerir carne de tortuga venenosa.
Autoridades de aquel país, informaron que 10 de los 34 intoxicados murieron en el hospital mientras que otros nueve niños murieron en casa. También se han notificado casos en Indonesia y Micronesia.
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