Diversas respuestas entre actuales y ex mandatarios se suscitaron con respecto a la destitución de Dilma Rousseff, anunciada el miércoles 31 de agosto.

Los gobiernos de Bolivia, Ecuador y Venezuela decidieron retirar a sus respectivos embajadores como muestra de protesta y calificaron la salida de Rousseff como “golpe de Estado”. (Vía: Aristegui Noticias)

El mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, advirtió que “jamás cohonestaremos estas prácticas que nos recuerdan las horas más obscuras de nuestra América”. Por su parte, en Cuba, Raúl Castro rechazó “el golpe de Estado parlamentario-judicial que se ha consumado”.

Más parcial fue la respuesta en Chile que expresó que confía en que Brasil “resolverá sus propios desafíos a través de su institucionalidad democrática”. (Vía: Aristegui Noticias)

Mandatarios Latinoa

En Argentina, Mauricio Macri, manifestó que respeta la decisión del Senado brasileño y reconoció la legitimidad del gobierno de Michel Temer. En cambio, la ex presidenta argentina, Cristina Fernández, dijo que la destitución de Rousseff es “una infamia” y un episodio que “ingresa en la historia negra de la región”. (Vía: Aristegui Noticias)

Por su parte, el abogado defensor de la expresidenta brasileña, pidió este jueves a la corte suprema la anulación del fallo del Senado que la destituyó de su cargo menos de 24 horas antes. Esta apelación solicita “la suspensión de inmediato de los efectos de la decisión del Senado Federal que condenó por crimen de responsabilidad a la Presidenta de la República”, así como la realización de un nuevo juicio. (Vía: La Jornada)

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