Internacional

Comunidad judía ortodoxa y el abuso sexual infantil

Aparentemente, las barreras culturales detienen las denuncias

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Comunidad judío ortodoxa y el abuso sexual infantil (Imagen: Pixabay)

Aparentemente casos de abuso sexual infantil son ocultados por las comunidades de judíos ortodoxos. Desde el 2013 se han reportado casos de violación y abuso en contra de menores por parte de sacerdotes, sin embargo, estos no son denunciados y , por tanto, no llegan a juicio.

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Aparentemente, las denuncias por delitos como la violación y el abuso sexual en las comunidades judías ortodoxas son escasas o nunca se presentan formalmente ante autoridades jurídicas. En 2013 en una comunidad ubicada e Brooklyn, New York, específicamente de la rama Satmar Hasidim se reportaron varios casos de violación sistemática en contra de menores de edad. Un rabino de la comunidad declaró a medios de comunicación:

“Aproximadamente el 50 % de los niños son sistemáticamente violados sexualmente por los sacerdotes, en algo que ya se ha convertido en una “línea de ensamblaje sexual” para violaciones, a grado tal, que ya se ha convertido en parte de un “ritual de iniciación” en esa comunidad”. (Vía: Eliax)

Sin embargo, no existe una denuncia formal de estos supuestos casos.

En la actualidad, en Londres los especialistas han puntualizado que desafortunadamente, los menores de edad no tienen las herramientas ni los recursos adecuados para pedir ayuda cuando han sido agredidos ya sea física o sexualmente. Asimismo, puntualizan que no existe un ambiente segur para las víctimas, pues en muchos casos, denunciar estos delitos puede implicar un castigo por parte de la comunidad. 

En muchos casos, el abuso sexual debe ser reportado con las autoridades de la comunidad, y posteriormente, se denuncia con las autoridades jurídicas y, sólo en caso de haberse acordado por la congregación judía.  Malka Puterkovsky, fundadora y directora del foro Takaná, que ayuda a víctimas de abuso en comunidades ortodoxas, puntualizaba desde el 2016:

“No hay muchos agresores que acaben en la cárcel porque las víctimas no quieren enfrentarse con la Policía ni con el juicio. Los jueces no saben cómo tratar el tema”. (Vía: Hispantv)

Aunado  este panorama de silencio, muchas de las víctimas tienen una educación deficiente, por lo que difícilmente los menores de edad saben los nombres de órganos sexuales o siquiera saben qué son las conductas sexuales y, por ende, los abusos.

Con información de: El Espectador y InCumbria 


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