Barack Oama príncipe harry donald trump BBC

Este 27 de diciembre el príncipe Harry de Inglaterra fue el editor invitado en el programa Today que emite la BBC. Francamente, el trabajo del príncipe no decepcionó pues, incluso, tuvo como entrevistado especial ni más ni menos que a Barack Obama. 

La entrevista ha sido especialmente difundida por una declaración en particular: cuando Harry pregunta por la opinión y relación de Obama con las redes sociales, el ex presidente aprovechó para advertir que los líderes deben ser más responsables con lo que publican en redes sociales; porque (cof cof, Trump), no se puede gobernar desde un celular:

Todos los que estamos en puestos de liderazgo tenemos que encontrar formas de recrear un espacio común en Internet”, comentó el ex presidente Obama, en un gesto que muchos han interpretado como una  crítica velada a Donald Trump. (Vía: BBC)

Por si fuera poco el ex presidente añadió:

“Uno de los riesgos de internet es que la gente puede terminar viviendo en realidades completamente diferentes, pueden terminar confinadas a información que solo reafirme sus actuales prejuicios. (Vía: El Comercio)

Ciertamente, los modos de cada presidente son diametralmente distintos y la forma de comunicarse del actual presidente deja mucho que desear en comparación con su sucesor.

¿Roces diplomáticos por una boda?

El príncipe Harry y Barack Obama han sido amigos desde hace tiempo. Esta amistad podría ser atípica pero no necesariamente peligrosa. Sin embargo, Harry está próximo a casarse con la actriz Meghan Markle y eso sí podría resultar en un problemón que ya tiene sudando frío a los diplomáticos de ambos lados del Atlántico.

Para nadie es secreto que Trump todo el tiempo compara su gestión con la de Obama y, para colmo, que es infantil en sus reacciones. Esto podría ser un conflicto, pues es posible que los Obama sean invitados a la boda real. (Vía: Noticieros Televisa)

En teoría, Trump también estaría invitado, pero sus roces con el ex presidente podrían hacer que esa boda se convirtiera en una fuente de penurias diplomáticas. Si a esto agregamos que Trump ni siquiera ha conocido a la reina de Inglaterra, el resultado puede ser amargo.

Sí, el actual presidente de Estados Unidos es berrinchudo; y justo por eso el gobierno inglés estaría previendo la forma de evitar que una invitación pueda derivar en roces innecesarios. ¿Hay manera de evitar tanto embrollo? Acaso, simplemente, los Obama declinen la invitación y nomás manden regalo.

Bien dicen que no hay boda que no tenga su cuota de bochornos y situaciones incómodas.

 

 

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