Hoy falleció el estudiante norteamericano Otto Warmbier, quien se hiciera célebre tras pasar un año encarcelado en Corea del Norte. Hace una semana fue liberado luego de 17 meses de estar en prisión en el país asiático, pasó un año de su detención en coma. El Centro Médico de la Universidad de Cincinnati afirmó que Otto tenía una grave lesión neurológica.
“Queremos agradecer a los médicos del Centro Médico de la Universidad de Cincinnati que hicieron todo lo que pudieron por Otto. Desgraciadamente, el terrible y tortuoso maltrato que nuestro hijo recibió de manos de los norcoreanos condenó el triste resultado que hoy sufrimos”. Expresó la familia en un comunicado. (Vía: CNN)
El gobierno norcoreano argumenta que el joven de 22 años entró en coma después de contraer botulismo y tomar una píldora para dormir, poco después de ser sentenciado en marzo de 2016. Pero un equipo de médicos que lo evaluó en Cincinnati dijo que no había encontrado “ningún signo de botulismo” en Warmbier, y tampoco marcas o signos de tortura.
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Warmbier fue condenado en marzo de 2016 a 15 años de trabajo forzado en Corea del Norte por intentar robar un cartel de propaganda en un hotel. De acuerdo al gobierno norcoreano, el estudiante ingresó al territorio norcoreano con la intención de “destruir la unidad del país” y su accionar fue “tolerado y manipulado” por el gobierno de Estados Unidos. (Vía: BBC)
La muerte del joven estudiante puso fin a la dura prueba que vivía la familia Warmbier, y es probable que empeore las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte. El presidente Donald Trump emitió una concisa declaración en la que condenaba a Corea del Norte, que aún mantiene a tres estadounidenses rehenes. (Vía: The New York Times)
En los últimos meses, debido a las amenazas del joven líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, de atacar a Estados Unidos con armas nucleares, el mundo se pregunta ¿por qué a los dos mandatarios les hace falta un tornillo?