La filtración de una conversación telefónica parece comprobar lo que Dilma Rousseff ha dicho en reiteradas ocasiones: que su proceso de impeachment ha sido en realidad un golpe para alejarla de la presidencia.
Romero Jucá, el ministro de planificación nombrado por el presidente interino de Brasil, Michel Temer, fue grabado en una conversación telefónica diciendo que se debía apurar alguna medida política para alejar a Dilma Rousseff de la presidencia y así conseguir frenar la investigación en su contra por corrupción en Petrobras.

El interlocutor de la conversación es Sérgio Machado, un empresario y político brasileño que fue diputado y senador en la década de los 90 y que en 2003 fue nombrado presidente de la petrolera estatal Transpetro, subsidiaria de Petrobras.

La conversación fue divulgada por el diario Folha de São Paulo y, aunque no se ha explicado de dónde proviene o cómo se filtró, se sabe que la conversación tuvo lugar apenas unas semanas antes de que se votara el impeachment contra Rousseff.
Después de discutir que ambos están siendo blanco de la operación Lava Jato, la investigación para desentrañar el caso de corrupción de Petrobras, Jucá dice:
“Tenemos que resolver esta mierda… Tenemos que cambiar de gobierno para poder detener esta sangría”. (Vía: Folha de São Paulo)
Algunos minutos después, Machado concluye:
“La solución más fácil sería poner a Michel [Temer]”. (Vía: Folha de São Paulo)
En otro punto de la converasción, Jucá dice que la investigación Lava Jato no se detendría mientras Rousseff estuviera en el poder. Asimismo dice que recibió garantías de comandantes del ejército de que ellos podrían contener posibles disturbios de grupos radicales de izquierda, como El Movimiento de los Trabajadores sin Tierra.

Jucá también expresa su miedo de que el juez Sergio Moro lo investigara a él en el escándalo de Petrobras, puesto que Moro ha actuado contra muchos de los políticos involucrados en el caso.
Después de que Machado propone “articular una acción política” para detener las investigaciones, Jucá le sugiere a este que se reúna con el presidente del Senado, Renan Calheiros, y con el expresidente de Brasil, José Sarney, para decidir las acciones a seguir.


Jucá declaró en un primer momento que, aunque la conversación es legítima, sus palabras fueron “sacadas de contexto”, pues cuando se refiere a “detener la sangría”, está hablando de detener las pérdidas económicas del país. Mientras que su abogado ha dicho que en ningún momento “Jucá está hablando contra Lava Jato o buscando interferir con la operación”. (Vía: The Guardian)
Não fiz ação nenhuma contra a operação Lava Jato. E vou tratar desse assunto amanhã no plenário do Senado.
— Romero Jucá (@romerojuca) May 24, 2016
Sin embargo, en las últimas horas Jucá presentó su renuncia a Michel Temer, quien tendrá que aceptarla.
Pedi para sair do Ministério do Planejamento enquanto a PGR não se pronunciar.
— Romero Jucá (@romerojuca) May 24, 2016
Por su parte, Machado supuestamente está negociando un acuerdo con la fiscalía. (Vía: The Guardian)
Durante la investigación Lava Jato, Jucá fue acusado de recibir 30 millones de reales de contratos inflados para la hidroeléctrica Belo Monte en el Amazonas. Aún está siendo juzgado por la Suprema Corte.
Michel Temer lo había nombrado ministro de planificación hace apenas dos semanas, cuando asumió el cargo presidencial. Jucá debía hacer un diagnóstico de la situación financiera del país y reestructurar el presupuesto del país.
En Brasil se teme que el nuevo ministro de justicia, Alexandre de Moraes, le reste fuerza a la operación Lava Jato, puesto que fue el abogado defensor de Eduardo Cunha, uno de los senadores suspendidos por corrupción y uno de los que más promovió el impeachment contra Dilma Rousseff.
Rousseff ha declarado que
“Si alguien todavía no tenía certeza de que hay un golpe en curso, basado en el desvío de poder, en el fraude, las declaraciones fuertemente incriminatorias de Jucá sobre los objetivos reales del impeachment, sobre quién está por detrás de él, elimina cualquier duda.” (Vía: Milenio)
https://youtu.be/PAuqosUni8E
La filtración es un duro golpe contra el gobierno de Michel Temer, el cual de por sí ya tiene una legitimidad bajísima y ha sido duramente cuestionado por haber nombrado a un gabinete totalmente blanco y masculino.