Un sacerdote en Dinamarca mató a su esposa y la disolvió en ácido inspirado en la serie estadounidense “Breaking Bad”. La policía lo descubrió y fue condenado a 15 años de prisión.
El cura de 45 años confesó el asesinato, explicando que la mató porque él se había enamorado de otra mujer y el divorcio le traería muchos problemas.
La historia sucedió en octubre de 2020, pero tomó relevancia porque apenas en julio de este año, el cura confesó el lugar donde enterró a la mujer.
El religioso golpeó a su esposa María, una mañana después de que ella fue a dejar a sus hijos a la escuela. Se apoyó con una piedra para golpearla en la cabeza, asfixiarla, y luego sumergir el cuerpo en un barril de ácido, intentado eliminar la evidencia pero no logró disolver el cuerpo por completo así que tuvo que enterrarla.
Pero no terminó ahí. Un día se le ocurrió al sacerdote sacar el cuerpo enterrado para cortarlo en partes, incinerarlo, y volverlo a enterrar.
A las autoridades, el cura les dijo que su esposa se había marchado sin razón, dejando su teléfono y cosas personales, lo que no convenció a los investigadores quienes ordenaron una revisión a la casa del padre. Fue entonces que al encontrar ácido y sosa cáustica fue detenido como sospechoso.
En la misma revisión, se descubrió que el cura había buscado en Internet términos como: barriles de petróleo, profundidad del mar, ácido y desaparecido.
Tras el descubrimiento y la confesión, fue suspendido como párroco y encarcelado.
“Maté a María. Acabé con su vida, no merecía un destino así”, expresó en su juicio, según medios locales.
Por su parte, la fiscal que juzgó su caso dijo a medios que no creyó en la supuesta sinceridad del sacerdote, pues de la única cosa que se arrepiente es de que fue descubierto.
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