Donal Trump vuelve a la carga con los comentarios hechos en contra de la población de migrantes ilegales que habitan los EU, este miércoles tuvo la ocurrencia de anunciar en entrevista con la periodista de CNN Dana Bash su plan para los millones de indocumentados.

 deportar masivamente a los indocumentados y luego permitir que solo “los buenos” regresen dentro de un proceso expedito.

Obviamente, se trata de uno más de los comentarios realizados de manera visceral y sin sentido por  parte del magnate estadounidense, que en realidad carecen de sustento, ya que expertos, activistas y estudios realizados revelan que seria un proceso muy costoso y casi imposible realizar semejante propuesta.

Tan solo en Texas, que es el segundo estado mas poblado del país, realizar una deportación masiva dejaría a la economía tejana, que esta en pleno crecimiento, sin 1,500 millones de solares en impuestos al comercio y la propiedad ademas de una importante baja de 2millones en sus habitantes.

Trump no ha mencionado ni detallado la logística para localizar, procesar y deportar a mas de 11 millones de personas, realizar semejante empresa seria como vaciar de repente la población que habita en Vermont, Wyoming, Dakota del Norte, Alaska, Dakota del Sur, Delaware, Montana, Rodhe Island, New Hamspire y Maine juntos.

Deportar a los indocumentados en territorio estadounidense significa expulsar como mínimo a 11.3 millones de personas, según las últimas estimaciones del Centro de Investigación Pew. Seis indocumentados de cada diez viven en Texas, Florida, Nueva York, Nueva Jersey e Illinois.

La mayoría de personas viviendo ilegalmente en territorio americano son mexicanos, pero en los últimos años se diversificó el origen. Hay más originarios de países del Caribe, Centroamérica, Próximo Oriente y África. Una deportación a gran escala implicaría demostrar el origen de los inmigrantes, tener acuerdos vigentes con estos países y enviarles de vuelta decenas de miles de personas.

Pero al aspirante republicano, la estrategia le está dando buenos números. Una encuesta de Reuters/Ipsos publicada el jueves reveló que el magnate cuenta con un apoyo del 25% y una ventaja de dos dígitos sobre su más cercano rival en el campo republicano, el exgobernador de Florida Jeb Bush con 12%, nada mal para el multimillonario con aspiraciones políticas y nada bien para la población ilegal americana.