Este domingo hubo un atentado suicida en Pakistán dentro del estacionamiento de un parque, ubicado en la ciudad de Lahore. Al menos 70 personas murieron y más de 300 resultaron heridas, la mayoría de las víctimas son mujeres y niños:
Un vocero del grupo extremista dijo en un comunicado que el objetivo fue ir en contra de las familias cristianas que celebraban el domingo de Semana Santa en el parque Gulshan-e-Iqbal (vía BBC).
El suicida detonó las bombas que llevaba pegadas al cuerpo muy cerca de los columpios para niños. Los dispositivos estaban cargados con esquirlas de metal que, al ser proyectadas, hirieron a las personas. Este material explosivo es empleado para causar el mayor daño posible en un rango extendido.
Decenas de ambulancias y convoyes militares acudieron al lugar de los hechos para auxiliar a las víctimas. El jefe del Estado Mayor del ejército, Raheel Sharif, comunicó a los medios que se había coordinado una reunión de emergencia para responder ante el ataque y ejercer justicia para las familias de los muertos y heridos.
Diversos reportes indican que muchas familias cristianas se desplazaron al parque para celebrar el domingo de resurrección.
En Pakistán, grupos islamistas armados tenían como objetivo a la minoría cristiana que representa cerca del 2% de la población de este país mayoritariamente musulmán sunita de 200 millones de habitantes.
En los últimos años, varias iglesias fueron objetivo de ataques en Lahore, bastión del Primer ministro Nawaz Sharif, en la provincia de Penyab (vía La Jornada).
Hasta el momento, un grupo talibán fudamentalista se adjudicó la autoría de los hechos; sin embargo, no se ha confirmado su pertenencia el Estado Islámico.