La Secretaría de la Función Pública determinó que el presidente de la nación y su esposa no rompieron ninguna ley cuando adquirieron una casa en Las Lomas con un valor de USD 7 millones. El día de ayer, después de que ofreciera su dictamen la secretaría encargada de “vigilar que los servidores públicos federales se apeguen a la legalidad durante el ejercicio de sus funciones”, Enrique Peña Nieto pidió disculpas a los que se sintieron “lastimados e incluso indignados” por la indagatoria.

No obstante, la SFP no puso el dedo en el renglón: el portal web Aristegui Noticias, canal que señaló las posibles irregularidades de la relación entre el alto mandatario y Grupo Higa, declaro que:

El resultado de la investigación de la SFP no desmiente el corazón del reportaje: uno de los contratistas emblemáticos del Estado de México, cuando Peña Nieto fue gobernador, construyó una residencia a gusto de su esposa y él. Esa empresa, posteriormente, ganó la licitación del tren de alta velocidad México-Querétaro. (vía este enlace)

Al final, nos quedan varias preguntas en la cabeza: la primera es ¿a quién le pidió perdón Peña?, ¿entre los lastimados e indignados por el tema figura la sociedad civil o su señora esposa, que dio fuertes señas de ambos sentires cuando salió a la luz el tema de la Casa Blanca? La segunda es: tras la supuesta aclaración de este caso, ¿queda restituida la confianza en un gobierno que ha mostrado sus fisuras y provocado múltiples descontentos en sus primeros años de acción?