En Madrid, multaron a Elena Lorenzo, coach de identidad que ofrecía terapias de conversión por Internet. La multa de 20,000 euros (aproximadamente 400,000 pesos) establece un precedente histórico para la defensa de derechos de la comunidad LGBT+.
Mauricio Clark: con ayuda de dios dejé de ser homosexual
En virtud de la reciente Ley contra la LGBTIfobia, el colectivo Acrópoli denunció a Elena Lorenzo por ofrecer “terapias de conversión homosexual”. Ante la denuncia, Lorenzo aseguró que ella estaba siendo víctima de difamación pues no ofrece terapias de conversión, como lo llaman los medios.
¿Entonces qué ofrece Elena Lorenzo? La primera entrada de su página lee: LoSé, si quieres puedes dejar la homosexualidad.
Sin embargo, Lorenzo se protege de las llamadas “terapias de conversión” ya que nunca denomina a la homosexualidad como una enfermedad. De hecho, para ella, la homosexualidad es
“el resultado de experiencias vividas desde muy temprana edad que han llevado a la persona a un ‘quiebre’ de su identidad, provocando un daño en su desarrollo afectivo que requiere atención y trabajo“.
Es decir, no la considera una “enfermedad” pero sí un “quiebre identitario” o “desorden de identidad” que, a su vez, podría ser “reconstruido” con terapias de coaching.
https://www.youtube.com/watch?time_continue=129&v=_ESENfKfjuI
Ella se considera a sí misma coach profesional especializada en identidad personal dirigida a personas con atracción al mismo sexo (AMS) y adicción a la pornografía. Para Lorenzo, la distinción entre homosexual y gay es importante, pues según ella, los “gays” se sienten a gusto con sus deseos homosexuales y los homosexuales no. Su coaching, por lo tanto, va dirigido sólo a los homosexuales.
El martes 17 de septiembre se impuso la sanción de $20,001 euros a Elena Lorenzo. Esta sería la primera multa económica a partir de la Ley contra la LGBTIfobia. Que el gobierno haya tomado cartas en el asunto resulta esperanzador para la comunidad LGBT, especialmente ante el crecimiento del partido de ultra-derecha VOX. (Vía: El País)
Aunque esta es la primera multa de esa magnitud, desde que se pasó la ley, ha habido 18 sanciones e infracciones leves que van entre los 200 y los 1800 euros.
Para muchos, aceptar su homosexualidad es un proceso complicado, especialmente ya que la sociedad parece únicamente aceptar el pensamiento heterosexual. Sin embargo, no es ni una enfermedad ni un desorden; es una preferencia sexual, una preferencia sexual válida.
Muchas personas, como Elena Lorenzo, se aprovechan del proceso individual de aceptación, para propiciar negocios falsos. La multa impuesta por el gobierno español supone un avance hacia una sociedad en la que ya no existan las terapias de conversión.