El hallazgo del cuerpo de César Ulises Arellano, estudiante desaparecido la semana pasada, desembocó en convertir un laberinto su desaparición y muerte. Violando el proceso de peritaje y sin más, Aristóteles Sandoval, gobernador jalisciense salió a referir que se trató de un suicidio y en seguida la teorías alrededor comenzaron a surgir.
Mientras de un lado acusaban que la versión oficial no es real, otros comenzaron a utilizar su muerte para sacar toda la homofobia que llevan dentro porque, claro, el suicidio o asesinato de alguien tiene relación directa con las preferencias sexuales.
Guadalajara sigue siendo un lugar en el que la homofobia sigue imperando. Las condiciones sociales de esta región no han salido de la moral religiosa como eje ético para tratar la situación particular de cada ser y, en general, México sigue teniendo un gran grueso de comentaristas homófobos que comienzan a juzgar a las víctimas desde ese hielo de agua sucia.
https://twitter.com/gatito_187/status/978176010234486785
Los comentarios regresan a los lugares comunes, creyendo que las preferencias sexuales y la identidad de género son condiciones médicas que, por supuesto, (según éstos) son curables porque son enfermedades del alma que se curan con ¿exorcismos?
https://twitter.com/PeluditoRetorna/status/978098957577531393
En la publicación de Twitter en la que el diario Milenio difundió la noticia del hallazgo del cuerpo de César Ulises, fue donde se encontraron más de estos comentarios, que comenzaron con los ataques directos, asignando toda la razón de su (posible) suicidio a la homosexualidad, con comentarios y frases que hubiera envidiado cualquier orador de iglesias evangelista.
Tanto escandalo por este putete habiendo problemas más graves, como el de evitar que el vitiligo llegue a los pinos ?
— ? _ ? EL PAJAJUEGAS ? _ ? (@JuniorToscano27) March 26, 2018
También estuvieron los que creen que un asesinato o suicidio de un estudiante desaparecido (en una ciudad que se enteró de cinco desapariciones de jóvenes en la misma semana) no es lo suficientemente importante; claro, la seguridad no debe ser importante en un país con guerra contra el narcotráfico y condiciones tristísimas de seguridad, con 234 mil muertos derivados de esta guerra, al menos, hasta el final del años pasado. (Vía: Huffington Post)
Todos los que se hacen los machitos y son de Jalisco y opinaron les cuento que ustedes también son putitos de closet, es la realidad pitocortos
— Piter parcher (@caladigital) March 26, 2018
Y, claro, también estuvieron los machos agresores de machos que trataron de defender la dignidad y el debido proceso de César Ulises… atacando de la misma manera que lo atacaron. La homofobia, como cualquier otro tipo de agresión, se puede aplicar en cualquier estrato social y cultural en contra de cualquier otro sin distinción, y esta es la principal prueba.
César Ulises Arellano…
— ????????? (@SFMoctezuma) March 26, 2018
No te apoyo ni te juzgo pero creo que, debiste prepararte para un trato diferente de algunas personas dado a tu decision de cambio de sexo.
Lo cierto es que su muerte aún no queda clara y que siguen desaparecidos otros cuatro estudiantes. Resolver si fue o no un suicidio es trabajo de los sistemas periciales y judiciales del Estado de Jalisco. Sin embargo, es notable que la homofobia sigue siendo un gran problema que no se resuelve y que ni siquiera la exposición de la triste violencia e inseguridad en Guadalajara puede hacerlos cambiar un poco su manera de ver.