En este municipio de Jalisco, los niños orinan pesticidas
En este municipio de Jalisco, los niños orinan pesticidas (Foto: Elizabeth Jiménez / Plumas Atómicas)

Náuseas, cólicos y vómito. Esos fueron los padecimientos que prendieron la alerta de padres y madres de familia de la delegación El Mentidero, en el municipio de Autlán de Navarro, Jalisco.

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Autlán es un valle 150 kilómetros al suroeste de Guadalajara, característico por su producción agrícola en la que destacan la caña y hortalizas.

Para identificar posibles causas de los malestares en los niños El Mentidero, un pueblo de mil habitantes rodeado de cañaverales, los investigadores Alejandro Peregrina y Felipe Lozano de la Universidad de Guadalajara y Humberto González del CIESAS Occidente realizaron un estudio químico de la orina de 93 niños y niñas de preescolar y primaria y 53 de secundaria.

Los resultados fueron alarmantes: el 100% de los niños y niñas registraron herbicidas en su orina. La sustancia más recurrente y más peligrosa encontrada en niños fue el glifosato.

El glifosato es un herbicida que usan los agricultores matar las hierbas que crece en medio de sus cultivos; sin embargo, produce severos efectos secundarios. De acuerdo con el investigador de la UdeG, Brian Rodríguez, en niños puede generar defectos en el desarrollo.

Fotografía: Elizabeth Jiménez / Plumas Atómicas
Fotografía: Elizabeth Jiménez / Plumas Atómicas

“Se ha llegado a comprobar en animales que esto tiene propiedades cancerígenas”, afirmó en entrevista para Plumas Atómicas.

En el caso de la telesecundaria Venustiano Carranza de El Mentidero, los síntomas que han presentado los 53 niños y niñas desde hace tres años fueron más agudos debido a la colindancia de la escuela con una parcela en la que se cultiva pepino.

“Llegábamos en la mañana y rociaban o a veces llegábamos a la hora de la comida y rociaban. Empezaron las consecuencias de los síntomas del dolor de cabeza, las náuseas”, dijo una niña afectada.

Fotografía: Elizabeth Jiménez / Plumas Atómicas
Fotografía: Elizabeth Jiménez / Plumas Atómicas

“Un olor como a rata. Estábamos nosotros comiendo y un amigo que estaba a un lado mío y de un primo comenzó a vomitar en su comida y decía que le dolía mucho la panza”, dijo un niño afectado.

El 16 de agosto, el ayuntamiento de Autlán convocó a los investigadores que realizaron el estudio y a productores agrícolas para plantear soluciones al problema. Las familias de los infantes afectados no fueron invitadas a la reunión pero dos acudieron para exigir una solución al problema.

En ausencia del alcalde Miguel íñiguez Brambila, luego de tres horas discusión, el regidor Walter Méndez Parra, se comprometió a que el ayuntamiento de Autlán modificaría el reglamento interno “para que se les dé una plática a principalmente a aquellos que colindan con algunas agencias o delegaciones y, en base a ello, se trabaje en la eliminación de plaguicidas”.

Fotografía: Elizabeth Jiménez / Plumas Atómicas
Fotografía: Elizabeth Jiménez / Plumas Atómicas

La postura del ayuntamiento no eliminó la angustia de las madres, quienes pedían la prohibición de pesticidas en Autlán.

Humberto González Chávez, investigador del CIESAS y coautor del estudio, dijo que este problema es resultado del crecimiento agrícola exponencial que se ha presentado en Jalisco, en el que se prioriza la producción por encima del cuidado del medio ambiente y la salud de la población.

“Si no se toman medidas, esto va a verse en un aumento, en unos años más, que ningún sistema de salud, mexicano o de cualquier otro país del mundo pueda atender. Lo ideal es una agricultura agroecológica: es posible producir sin plaguicidas y además es posible producir los alimentos pensando en la población que los va a consumir, señaló González Chávez.

El caso de Autlán está por resolverse. Mientras tanto, quedan dos preguntas: ¿cuántos autlanes más hay en México? ¿Cuántos niños más orinan pesticidas en nuestro país?