El poder del presidente de China, Ji Jinping, se ha consolidado a niveles no vistos desde tiempos de Mao Zedong, líder de la revolución cultural de China, ya que el día de ayer la Asamblea Popular Nacional de China aprobó con 2 mil 958 votos a favor, dos en contra, tres abstenciones y un voto nulo, una enmienda constitucional que le permite a Xi gobernar el gigante asiático de forma indefinida.
Recordemos que desde el mandato de Deng Xiaoping, se regularon los tiempos de gobierno en China a máximo 2 periodos legislativos, justo para evitar que los gobernantes se perpetraran en el poder e instauraran una dictadura vitalicia, tal como sucedió con Mao, cuyo gobierno cobró la vida de alrededor de entre 50 millones y 70 millones de personas. (Vía: El Mundo)
Para muchos analistas, esta reforma representa una regresión a la relativa apertura que impulso en Partido Comunista Chino durante los años 80 y que se mantenía hasta el día de hoy.
De hecho, la votación del día de ayer, es la culminación de un esfuerzo de Xi por perpetrarse en el poder, ya que lleva años consolidando su poder político a través de la persecución de rivales reales y potenciales, todo bajo el pretexto de una cruzada contra la corrupción en China; al mismo tiempo, sus empezó a poner a sus aliados en puestos clave del gobierno y la Asamblea Popular.
Pues todo eso se resumió en 10 minutos de votación en la Asamblea Popular Nacional De China, Xi abrió la votación, seguido por el Comité Permanente del Politburó y, por último por el resto de los diputados. El proceso fue acompañado de una parafernalia muy particular y típica de los sistemas comunistas: la urna roja en el centro del salón con el sello del estado, música instrumental de fondo durante la votación y un anuncio solemne con los resultados de la votación.
Por supuesto, se vigilaron los medios sociales para castigar cualquier expresión de disidencia contra la decisión, sobre todo las que decían “no estoy de acuerdo” o “Xi Zedong”.
El argumento del gobierno central sobre esta reforma era que simplemente equiparar el cargo de presidente con los otros que ostenta Xi: Líder del Partido Comunista y de la Comisión Militar Central, las cuales no tienen límites de mandato, es decir, le dieron lo único que le faltaba para tener poder ilimitado. (Vía: El Financiero)