Hoy en día, tener una casa propia puede resultar imposible; incluso, es una problemática generacional pues muchos de nosotros, jóvenes “emprendedores”, no podremos aspirar a tener una vivienda como patrimonio y, si la tenemos, probablemente no contemos con sus escrituras.

Tal vez, nuestro mayor patrimonio será la colección de Cds de nuestra banda favorita o nuestra mascota (aunque no duran para siempre). Por otro lado, tener una casa no es sinónimo de tener un patrimonio asegurado, pues hay un dolor de cabeza, que si bien no nos aterra a nosotros, seguro a nuestros padres, sí, se llama: las escrituras de la casa.

Al menos el 50% de las viviendas en la Ciudad de México no cuentan con escrituras y/o por lo tanto no están regularizadas, de acuerdo a cifras del Colegio de Notarios del Distrito Federal. Según una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el año pasado se contabilizaron 2 millones 601 mil 323 vivienda particulares habitadas. 

¿Por qué las personas no tramitan las escrituras de sus viviendas? Según Marco Espinoza, integrante de la Comisión de Comunicación del Colegio de Notario del Distrito Federal, las principales razones son el costo que implica el proceso legal y simplemente, la falta de información.

“Escriturar una casa cuesta entre 6 y 7 por ciento el precio de la propiedad. Por ejemplo para tramitar las escrituras de un departamento de un millón de pesos, tendrás que invertir entre 65 mil y 70 mil pesos. Es un gasto importante que mucha gente prefiere no hacer.” Dijo Marco Espinoza, en entrevista para Reforma. (Vía: Reforma)

Actualmente el gobierno de la CDMX ha implementado distintos programas para mejorar esta situación, por un lado la Jornada Notarial, que suele realizarse en el mes de marzo y en donde se pueden encontrar descuentos hasta el 60 % al realizar trámites de escrituración y testamentos. 

Otro programa es “El Abogado en tu Casa”, que también son jornadas en las que abogados acuden a los hogares de las personas y brindan auxilio y orientación, no sólo en trámites relacionados a viviendas, si no sobre actas de nacimiento o estados civiles. (Vía: El Universal)

Lo importante, aunque suene a comercial chafa, es informarte sobre los procesos legales que tienes que seguir para, en caso de tener una vivienda, no correr el riesgo de perderla y, en caso de no tenerla pero vives en casa de tus padres ya ya tienes 40, compartir esta nota con el adulto al que más confianza le tengas. 

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