A las 6 de la tarde con 10 minutos de un 2 de octubre de 1968, una bengala fue disparada de un helicóptero que sobrevolaba la Plaza de las Tres Culturas. Inmediatamente después iniciaron los disparos, las muertes, la desaparición de estudiantes que, hoy, siguen siendo buscados por alguien. Al día siguiente, los principales periódicos del país buscaron justificar el ataque: algunos decían que se trató de un enfrentamiento, otros de una respuesta legítima del Estado frente a agentes subversivos, lo que sí no dijo nadie fue que el día anterior haya sido “un día soleado”.

Portada de Novedades del 3 de octubre

Portada de Novedades del 3 de octubreNinguno de los periódicos nacionales negaron la existencia de muertos, heridos y desaparecidos. Entre 10 y 29 era la cifra promedio de víctimas mortales, 400 los detenidos (aunque El Universal reportó mil) y alrededor de 70 heridos. A pesar de que medios como Excélsior reportaron directamente los dichos de Fernando R. García, director de Prensa de la presidencia, sus números diferían de los de Novedades, El Universal, El Sol de México, El Heraldo…

La narrativa que primó al día siguiente fue la del enfrentamiento: el Ejército tuvo que enfrentarse y eliminar a “francotiradores”, lo que dejó víctimas también del bando militar, entre ellos el general José Hernández Toledo, brigadier diplomado del Estado Mayor Presidencial.

Portada de El Universal del 3 de octubre del 68
Portada de El Universal del 3 de octubre del 68

Otra constante en los medios fue que “intereses oscuros” (o sea, elementos comunistas) buscaban manchar la reputación de México y la respuesta del Estado fue más que legítima, con la cercanía de los Juegos Olímpicos, que se inauguraban en Ciudad Universitaria el 12 de octubre. El Sol de  MéxicoEl Heraldo marcaron a los estudiantes como “alborotadores”, “agentes extranjeros” que tuvieron que ser confrontados por el Ejército. 

Portada de El Sol de México el 3 de octubre del 68
Portada de El Sol de México el 3 de octubre del 68

Conforme pasaron los años, conforme las versiones oficiales de los “francotiradores” y los “agentes subversivos” comenzaron a ser confrontadas y desmentidas por evidencia documental y testimonios de los sobrevivientes, los titulares de los principales medios del país se convirtieron, más que en una evidencia periodística, en una terrible imagen del poder centralizado en la época del autoritarismo priísta. 

Portada de El Heraldo el 3 de octubre del 68
Portada de El Heraldo el 3 de octubre del 68

Eso sí, la frase del “día soleado” nunca apareció. No había forma de desmentir la matanza, no había forma de ocultar los disparos… pero sí hubo forma, por años, de hacer pasar a las víctimas por criminales, incitadores, alborotadores y revoltosos.

Raúl Cruz Villanueva, trabajó en el proyecto de Plumas Atómicas sin embargo recibimos información por abuso de poder en contra de unas de sus alumnas que nos obligo a actuar en congruencia. Adicional...