La construcción del nuevo aeropuerto ha representado, desde su anuncio, una serie de discusiones y desencuentros entre la sociedad civil y el gobierno. En particular, los pobladores de Texcoco y Atenco viven entre la espada y la pared pues, como hay personas que desde hace tiempo vendieron sus terrenos a los inversionistas hay otras que aún velan por la poca flora y fauna que queda en los alrededores.
Un reportaje del diario Reforma da cuenta de cómo algunos propietarios están ofreciendo sus terrenos para ser explotados con la extracción de basalto, arena de río, tezontle y tepetate. “Aproveche esta oportunidad”, dice el letrero que se encuentra a pie de carretera y a sólo 20 minutos del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).

Según el reportaje, al ponerse en contacto con el vendedor de dicho letrero, éste les informa que tiene grandes facilidades para conseguir los permisos y para hacer del cerro una mina a cielo abierto.
“Llevamos una buena amistad con el Presidente Municipal (de Tepetlaoxtoc de Hidalgo, Edomex, Rolando Trujano Sánchez) y además me parece que es Semarnat en donde están sacando los permisos y todo eso”. Vía: (Reforma)
El nuevo aeropuerto estará ubicado en 12 mil 500 hectáreas de Texcoco y para nivelar el terreno se necesitan 63 millones de metros cúbicos de tezontle y basalto. Por otro lado, las minas a cielo abierto son las más perjudiciales al medio ambiente y de hecho, sus construcciones han desatado fuertes conflicto sociales a lo largo de todo el país.
“La destrucción del territorio, la división de las comunidades, la pérdida de soberanía e independencia, así como los abusos jurídicos son parte del enorme precio que pagan nuestros países por permitir este tipo de minería”. Detalló recientemente la organización Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA). (Vía: Reporte Índigo)
La construcción del #NACIM está violentado los DH de comunidades enteras. Como FPDT hemos retomado el diálogo directo con el Subrio. @1campa https://t.co/K6ZuPaCgIX
— Atenco FPDT (@AtencoFPDT) July 20, 2017
Y de hecho, como menciona el REMA, la construcción del NAICM cumple con todas las afectaciones anteriores, por un lado, en noviembre, la Secretaría del Medio Ambiente mexiquense informó de la clausura de 11 minas ilegales en la zona.
Por otro, en el poblado de San Luis Tecuahutitlán, Municipio de Temascalapa, ciudadanos tienen tomadas las oficinas de las autoridades ejidales a quienes acusan de aliarse con las mineras para autorizar la destrucción de los cerros y, en Santa María Maquixco El Alto, se ha constatado el inicio de la devastación de especies de flora y fauna y de vestigios arqueológicos en dos cerros.
Al final de la nota de Reforma pueden verse comentarios donde usuarios se preguntan irónicamente ¿entonces con qué se iba a construir el NAICM, con aire? pero, pocos se preguntan ¿por qué siempre se ha priorizado el supuesto progreso a costa de la vida humana y los estragos en el medio ambiente?