Esta comunidad, mayoritariamente LGBT, ayudó a una niña exploradora a cumplir con su venta de galletas necesaria para lograr obtener su primera insignia. Y no solo eso, pues se convirtieron en amigos de la pequeña y su madre.
Se trata de Siena Levin, quien debía vender dos cargamentos de galletas para recaudar fondos para su organización scout en Los Ángeles y, sin imaginar el éxito que tendría, decidió iniciar su negocio en el barrio de West Hollywood. Lugar con la mayoría de su población abiertamente gay.
Una vez instalada sobre la avenida, la niña captó la atención de varias drag queens transeúntes que, sin dudar, consumieron sus galletas. Logrando un efecto en cadena, pues cada vez se acercaron más y más personas a comprar.
¡Comunidad LGBT al rescate!
Sin falta, cada sábado de febrero, Siena ofreció galletas afuera de bares gay de la zona y en dos ocasiones vendió todo su inventario. Incluso, afirmó que la comunidad sabe dar buenas propinas que le servirán de mucho a su organización de niñas exploradoras en Glendale, California.
Con ayuda de su madre, su tía y su pequeña hermana menor, la emprendedora de siete años logró subir su primer nivel en las exploradoras y pasó a ser una integrante grado Daisy. Con todo y su insignia de emprendimiento.
Pero Siena no solo aprendió a emprender un negocio y a cumplir un propósito. Pues, además, se llevó una lección de apoyo y cooperación, que fue lo que la comunidad de la diversidad sexual le demostró.
“Fue muy divertido, caminábamos y cómo veían que nos compraban, ellos también se detenían a comprar“, le dijo Siena a Yahoo Life.
Así mismo, la mamá de Siena comentó que con la actividad sus hijas se llenaron de confianza, optimismo y alegría. Ya que, al final de la venta ya hasta gritaban ¡galletas, galletas! a todo lo alto de las calles.
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