El Bukanas líder de huachicoleros en Veracruz.

El día de hoy Miguel Ángel Yunes, actual gobernador de Veracruz, ofreció un millón de pesos a quien ayude en su captura. ¿Quién es y qué hizo ‘El Bukanas’ para que su captura tuviera ese precio?

Tiene por nombre Roberto de los Santos de Jesús y su alias proviene de una afición precisa, el güisqui que en otros lugares de la república asocian con la cultura del narcotráfico. De 37 años de edad, originario de Acultzingo, Veracruz, primero fue policía municipal. Ahora es más que famoso por ser el presunto líder de los hauchicoleros en Veracruz. 

Como agente policiaco, llegó a ser comandante en el municipio de Maltrata, puesto en el que estuvo por diez años antes de incorporarse a los Zetas. Con este grupo delictivo comandó un cuartel de entrenamiento que posteriormente fue desmantelado por el ejército.

Fue después de ese encontronazo con elementos del ejército que se incorporaría a las filas del robo de hidrocarburos en Puebla. Actualmente se le acusa, además del hurto de gasolina, de secuestro, extorsión y de robo de camiones de carga. Es señalado como el jefe de la plaza que va de Palmar de Bravo, en Puebla, hasta Veracruz.

Los enfrentamientos entre autoridades y huachicoleros en la última semana se han debido presuntamente por la búsqueda que ha puesto sobre él la Marina. (Vía: Milenio)

Solamente en la madrugada del lunes murieron 5 presuntos delincuentes en un enfrentamiento con la Marina en una aparente casa de seguridad del Bukanas. (Vía: Excélsior)

Desde el enfrentamiento que tuvieron elementos del ejército con los huachicoleros en Palmarito, se ha intensificado la atención de los medios y ciudadanos sobre un crimen de enormes daños que antes pasaba con un perfil mucho más bajo; cuando el mayor adversario era el narcotráfico, se prestaba menos atención al robo de combustible, aunque fueran los mismos narcotraficantes quienes ordeñaban los oleoductos.

¿Cómo roban el combustible?

No hay que ser ingeniero para saber que el robo de combustible es altamente peligroso. Pueden perder la vida sólo por ponerse detrás de la broca que perfora el ducto. Sin embargo, el riesgo de morir en una ordeña clandestina palidece ante los 150 mil pesos que pueden ganar por una “toma”.

La perforación se realiza con un taladro manual para no reducir las posibilidades de un accidente o, incluso, un incendio en el ducto que tiene más de un metro de diámetro y que tiene un espesor de más de medio centímetro. (Vía: El País)

 

 

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