Cada 23 de abril, la comunidad editorial hispanoamericana celebra el Día Mundial del Libro. En esa fecha, como una casualidades increíble, conjuntó la muerte en el mismo día y el mismo año, 1616, de tres pilares de la literatura universal: William Shakespeare, Miguel de Cervantes Saavedra y “El Inca” Garcilaso de la Vega.
Cada 23 de abril se organizan cientos de eventos culturales afuera de bibliotecas, las librerías ponen descuentos (no tan atractivos) y tus redes sociales se inundan de frases inspiracionales sobre la lectura y sus múltiples bondades.
¿Pero por qué exactamente el 23 de abril, qué tiene de especial este día? Bueno, la historia del Día del Libro es una vinculada, específicamente, a la historia catalana y al santo protector de Cataluña: San Jorge (Sant Jordi, en catalán), pero también a la historia de la literatura, pues el 23 de abril murieron dos figuras centrales de las letras universales, Shakespeare y Cervantes, y una de la literatura latinoamericana, Garcilaso de la Vega. Todos el mismo año, 1616.
La fecha se propuso por el escritor valenciano, Vicente Clavel Andrés, a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona, en 1923. Fue aprobada por el rey Alfonso XIII en 1926 y fue hasta 1930 que se oficializó y se celebró en España.
La celebración de Sant Jordi también siempre ha involucrado libros y rosas: los enamorados en esa fecha se intercambian un libro y una rosa.
Fue hasta 1995 cuando esta tradición catalana se convirtió en un festejo internacional, cuando el gobierno español presentó la iniciativa a la UNESCO…. sólo que se aprobó con unos cambios un tanto… burocráticos, y se convirtió en el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor.
Claro, que si leíste muchos libros en la carrera en copias o pdfs no significa que no puedas celebrar lo libros, más bien es que, quizá, esas dos cosas de festejo quizá no estén tan vinculadas como cree la UNESCO.
¿Cómo vas a celebrar tú el Día Mundial del Libro?
