Este 15 de septiembre despertamos con la noticia que el pintor Fernando Botero falleció a los 91 años en su casa en el principado de Mónaco donde se recuperaba de una neumonía. Al artista se le conocía por hacer obras con personajes robustos; sin embargo, recordando su historia, él aseveró que no había “pintado una gorda en mi vida”.
Esta declaración la hizo el colombiano allá por 2012, cuando presentó la muestra “Celebración” en el Museo de Bellas Artes de Bilbao por su 80 aniversario. No obstante, para Botero el hacer obras con personajes voluminosos tenía un fin: expresar la sensualidad.

“Yo no pinto gordas. No he pintado una gorda en mi vida. Lo que he hecho es expresa el volumen como parte de la sensualidad“, expresó Fernando Botero.
Asimismo, en una entrevista para el medio Expansión, el artista confirmó sus declaraciones de 2012 y agregó que su intención fue expresar el volumen, y hacer arte “más monumental, como si fuera casi comida, arte comestible”.

Fernando Botero creó todo un estilo al cual se le llamó boterismo; sin embargo, siempre fue muy claro en que su arte nunca trató de ser una crítica a la obesidad, sino más bien plasmar la armonía de la vida.
Su arte se volvió tan relevante a nivel mundial y hasta en México rompió récord de asistencia con la misma exposición “Celebración” de 2012 que presentó en el Palacio de Bellas Artes de la CDMX en donde hasta 300 mil personas se dieron cita para ver sus trazos, su historia y conocer a uno de los últimos grandes artistas que tuvo el mundo y que ahora su legado pasará a la historia.
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