Artista y activista, Francisco Toledo murió el jueves 5 de septiembre de 2019 a los 79 años de edad. Su trabajo, artístico y crítico, resuena en la vida de cientos de mexicanos.

Nacido en Juchitlán, Oaxaca, Toledo inició sus estudios artísticos a los catorce años en el taller de grabado Arturo García Bustos. Comenzó su trayectoria artística retratando animales que no siempre estaban asociados a la belleza, como murciélagos. Según Historia Chiquita, Toledo realmente nació en la Ciudad de México y comentaba “Nací en México por accidente. Nunca tuve una liga con ese lugar. Uno es de donde se siente”.

Durante un tiempo vivió en París y, tras su regreso en 1972, funda La Casa de Cultura Juchitán, que buscaba acercar los medios culturales al pueblo y promocionar el rescate de la memoria zapoteca del Istmo de Tehuantepec. El propio Toledo relataba la discriminación que habían sufrido sus padres por hablar una lengua distinta al español. Era su intención propiciar espacios en los que la gente no se avergonzara de sus cualidades.

En la Casa de Cultura Juchitán se creó el primer cineclub de la región (cuenta Toledo que posiblemente también del estado). A la vez, puso en circulación la revista La Iguana Rajada, en la que Carlos Monsiváis fue uno de los primeros colaboradores. La intención era reseñar la violencia, hablar de los desaparecidos.

Muere Francisco Toledo a los 79 años
Francisco Toledo, fotografiado por Graciela Iturbide.

Tres años después de su apertura, la Casa de Cultura Juchitán cerró y Toledo continúo sus viajes. Posteriormente regresó a Oaxaca donde compró una vieja casa que restauró para crear el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), inaugurada a finales de 1988. Fundó también el taller Arte Papel Oaxaca y Artes Toledo. (Vía: Noticieros Televisa)

Igualmente, impulsó la creación del Centro de Artes San Agustín, Biblioteca para Invidentes Jorge Luis Borges, Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo y Museo Arte Contemporáneo de Oaxaca

En 2015 entrega el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (con toda la colección) al INBA por un peso. El acervo incluía 124 mil piezas de gráfica, 50 mil libros y 7 mil fonogramas. Entre sus obras destacan grabados de Francisco de Goya y Alberto Durero.

Toledo se asumía a sí mismo como mediador, pues participaba a la vez de centros culturales como el INBA, del cual recibía financiamiento, y de la crítica al gobierno. En el IAGO se invitaba a artistas “callejeros” que cuestionaban la hegemonía del Estado y su actitud, por partes, intransigente.

El cineclub del IAGO después fue ampliado a El Pochote (llamado así por los árboles del poblado de Etla, donde se localiza). La intención es ofrecer muestras de cine y proyecciones callejeras, así como llegar a distintos estratos de la sociedad (como la penitenciaria de Ixcotel, el anexo psiquiátrico del penal de Zimatlán, además de varias escuelas).

El Complejo de Artes San Agustín, inaugurado en 2006 refleja su preocupación por la ecología. Junto con la creación de papel, también retoma tradiciones ancestrales y crea su propio vivero. El espacio está ligado al desarrollo sustentable y la conciencia ambiental.

Entre los temas que le interesaba tratar se encontraba el tránsito de esclavos en la zona de Oaxaca, pues sostenía que a pesar de ser un tema tan apremiante, para muchos permanecía invisible.

Muere Francisco Toledo a los 79 años
Francisco Toledo en protesta por uso de maíz transgénico. (Imagen: Proceso)

En 2002, cuando se comunicó la intención de instalar un segundo McDonald’s en el centro histórico de Oaxaca, el pintor realizó una tamaliza: “estos sí son de a de veras y tienen ingredientes naturales”. Entre las tamaleras y bandas de música, Toledo empezó a repartir tamales de dulce, de rajas, de mole.

Su activismo no siempre ha sido visto con buenos ojos. En diciembre de 2006, mientras él estaba en Francia, su casa y estudio fue balaceado. Cientos de personas en distintos lugares del mundo (México, Francia, Japón, Suiza) se manifestaron contra las amenazas a las que era sujeto Toledo.

En 2014, el pintor participó en protestas contra el uso de maíz transgénico, recaudando firmas tanto en el IAGO como en la estación Zapata del metro CDMX.

Muere Francisco Toledo a los 79 años
Francisco Toledo volando papalotes en conmemoración de la desaparición de 43 estudiantes. (Imagen: Especial)

En diciembre de ese mismo año, Toledo realizó uno de los actos por los que más se le recuerda: junto con niños de primarias de Oaxaca salió a volar papalotes. En éstos se mostraban los rostros de los cuarenta y tres estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. La acción fue tanto crítica como homenaje.

Su muerte es lamentada por miles de personas, pues Toledo se había consolidado como uno de los principales artistas mexicanos de la actualidad. Su arte estuvo siempre ligada a su activismo y su protesta.

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