En su gustada sección de problemas que solo afectan a las nuevas generaciones, aunque de trasfondo todos deberíamos prestar atención, hoy venimos a hablarles de qué es la dismorfia monetaria y cómo este fenómeno afecta tu vida.
No importa cuando leas esto, el dinero siempre va a ser un problema de vida que debemos resolver, algunos día con día, otros de una manera más tranquila; y muy pocos, ni siquiera tienen que preocuparse por ello, pero también les afecta esta “dismorfia”.
¿Qué es la dismorfia?
Primero definamos, la dismorfia es un problema que se detecta principalmente en el físico (la famosa dismorfia corporal) que es cuando una persona detecta defectos en su apariencia y se obsesiona al punto de causarle ansiedad, estrés, depresión y hasta obsesión por querer cambiar o eliminar esa “imperfección” la cual puede ser imperceptible para las personas o realmente inexistente.
La dismorfia monetaria
Esto mismo ocurre con la economía de las personas y en recientes años se ha detectado principalmente en personas con gran poder adquisitivo, así como generaciones jóvenes como los Millenial y Z.
La dismorfia monetaria se trata de un fenómeno que provoca una distorsión e inseguridad en cómo las personas ven sus finanzas cuando en realidad no es de esa manera.
Por ejemplo, para los jóvenes esta dismorfia les genera presión por querer un estilo de vida glamuroso, lleno de lujos a causa de las redes sociales donde muchas veces la gente presume estos excesos.
Sin embargo, también afecta a la gente que tiene la solvencia económica al considerar que sus cuentas bancarias no son lo suficientemente grandes y necesitan enriquecerse aún más; en ambos casos, los llevan a tomar malas decisiones que basaron en información errónea o sin ningún conocimiento.
De acuerdo con una encuesta que realizó Business Insider, en Estados Unidos el 43% de los jóvenes de la generación Z y el 41% de los Millenials señalaron sentir los efectos de este fenómeno económico, mientras que los adultos mayores a 60 años solo el 14% tuvieron esta ansiedad.
Ahora pese a que los especialistas sugieren que debemos dejar de preocuparnos por las finanzas, también hay que tomar en cuenta otros problemas que pueden generar esta distorsión financiera, como puede ser la inflación y el costo de vida para ciertos grupos de personas, las cuentas para el retiro ya no funcionan como cuando nuestros padres eran jóvenes, la canasta básica en ocasiones no es posible completarla, y el sector de vivienda sigue encareciéndose aumentando así la incertidumbre en las finanzas y el futuro.
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