El piloto mexicano Sergio “El Checo” Pérez llevó a su equipo de Red Bull al primer lugar en el Gran Premio de Mónaco y eso puso muy felices a muchos mexicanos, entre ellos al expresidente Felipe Calderón, que apareció en la celebración y se sumergió con el piloto de F1 hasta el fondo de una alberca.

El expresidente Felipe Calderón reía en la paradisíaca ciudad de Mónaco junto al Checo por su victoria, mientras que a miles de kilómetros múltiples usuarios de redes sociales en México le recordaban al ahora presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Sustentabilidad de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) que no han olvidado todo lo que sucedió durante su sexenio y su llamada “Guerra contra el Narcotráfico”.

“Un juzgado que investiga sus crímenes… ese es el único lugar en el que me interesa ver a Felipe Calderón ingresar”, escribió el periodista del diario La Jornada Juan Becerra Acosta.

El 10 de diciembre de 2006, tan solo nueve días después de haber tomado posesión como presidente de México, Calderón inició una guerra contra el narco cuando envió 6 mil 500 soldados al estado de Michoacán para hundir al país en una espiral de violencia sin fin.

Sí, Calderón capturó a algunos capos del narco como Alfredo Beltrán Leyva en 2008, y a Edgar Valdés Villarreal “La Barbie”, pero lo hizo a costa de muchas vidas. De acuerdo con el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), durante los seis años de su sexenio se registraron 102 mil 859 homicidios y 22 mil 112 personas desaparecidas.

“Felipe Calderón es un delincuente que le hizo un terrible mal a México”, acusó otro usuario de Twitter. “Y es que no solo se robó la presidencia, sino que convirtió al país en una cruenta tragedia”.

Aunque Calderón ha declarado muchas veces que durante su sexenio jamás dio órdenes de matar o desaparecer a alguien, en 2010 los estudiantes de posgrado del Tecnológico de Monterrey, Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo, fueron asesinados en Nuevo León por elementos del Ejército mexicano, a unos cuantos pasos de la escuela.

Los militares alteraron la escena, plantaron armas a sus cuerpos y acusaron a Jorge Antonio y Javier Francisco de ser parte de un grupo armado con el que se habían enfrentado minutos antes. Dijeron que iban “armados hasta los dientes”. Ese mismo año un comando armado asesinó a 17 jóvenes en una fiesta en Ciudad Juárez y sin ninguna prueba el presidente los acusó de ser pandilleros. Eran estudiantes y la madre de dos de ellos lo obligó a retractarse.

Un año antes de que terminará el sexenio de Felipe Calderón un grupo de abogados presentó en la Corte Penal Internacional (CPI) con sede en La Haya, Países Bajos, una serie de pruebas contra el expresidente para fuera enjuicidado por presuntos crímenes de guerra y lesa humanidad. Una década más tarde Calderón la pasó increíble en Mónaco.

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