Los memes, los mames (y los trenes que los llevan) tienen el mismo origen: la ocurrencia; y uno nunca sabe si una ocurrencia puede ser ofensiva para unos o una revolución para otros. He aquí la bella y triste historia de cómo un tuit puede convertirse en una declaración que será discutida, debatida y mentada: Genaro Lozano lanzó un par de tuits sobre el Himno Nacional y generó debate y mentadas por igual.
Todo empezó cuando Lozano tuiteó sobre un hecho incontrovertible: a todos nos dijeron en la infancia que el Himno Mexicano era el más pinches bello del mundo mundial después de ‘La Marsellesa’… y a todos nos consta que esa es una mentira tan pero tan grande que es dicha a todos los niños de Latinoamérica con los respectivos himnos de cada país.
En todos los países hay leyendas urbanas respecto a sus himnos nacionales… pic.twitter.com/QpDJPc7Ua2
— Genaro Lozano ? (@genarolozano) February 2, 2018
De ahí nació el verdadero tuit de la discordia.
Un himno nacional que hable de la belleza de Mexico, de la solidaridad de su gente, de la comida, el arte, los colores del país.
— Genaro Lozano ? (@genarolozano) February 2, 2018
Un himno que hable del hartazgo de la corrupción, de la confianza en la democracia, de nuestros hermanos inmigrantes.
Un himno sin gritos de guerra…
Lozano sugirió que podíamos tener un himno “sin gritos de guerra”. ¿Es tan grave una petición de ese tipo?
No es ni medio día y ya están pidiendo unos chanclazos en el hocico https://t.co/HlT7wd2ENj
— El Difunto 17.0 (@Sergionidas) February 2, 2018
A juzgar por la cascada de mentadas de madre que recibió Lozano, sí, sí es muy grave sugerir un cambio en el Himno para algunos patrioteros, aun si los himnos (y los países en general) cambian todo el tiempo. De hecho, todo este borlote nació porque Canadá modificará su himno. (Vía: El Espectador)
Este es el texto más ridículo que he leído hoy. El himno nacional que tenemos es parte de nuestra historia por buenos motivos. Y sin guerra no hay paz en un mundo desigual. Sin preparación para ella no hay creíble defensa ante el abuso o la rapiña.
— Ricardo Ward ? ? ????? (@WardRicardo) February 2, 2018
En efecto, la propuesta de Lozano, incluso si nació como ocurrencia, no es descabellada. Los himnos cambian porque las identidades nacionales no son estáticas (¡Gracias a Dios!). Lo que consideramos nacional son puras ficciones; la patria es un invento.
Los alemanes tenían como himno uno similar al británico (una copia) después hicieron dos en su división. Uno bello sobre la reconstrucción, la ciencia y no cometer errores (Alemania Oriental) y otro sobre mujeres y montañas con música copiada (Alemania actual).
— Anakes (@anakes_angel) February 2, 2018
El himno cambia
Nuestra patria en particular, México, fue inventada en un siglo bien específico: el siglo XIX; y la verdad es que muchos de los valores de aquel siglo son auténticas atrocidades del nuestro, como lo son la uniformidad racial o la moralidad clasista.
Es un ejemplo desafortunado con muchas capas de cebolla echada a perder. Aquí el himno no sólo NO debe de cambiar, es quizá tan vigente y necesario como en el siglo XIX.
— Ricardo Ward ? ? ????? (@WardRicardo) February 2, 2018
Nos guste o no, ese pensamiento sobrevive en el actual Himno Nacional; eso no lo hace necesariamente una obra atroz, pero sí lo hace perfectible.
— Alvaro Dominguez (@AlvaroD12929887) February 2, 2018
¿Tiene algo de malo admitir que nuestro Himno sí comete uno que otro derroche que podría corregirse?
Santa Anna creía que nadie lo cantaría, era de tu misma opinión, pero años después los defensores civiles y militares de Puebla en el segundo asedio épico de 1863 lo cantaron. Lo hicieron de esta historia y de este pueblo. Así las cosas. #México
— Ricardo Ward ? ? ????? (@WardRicardo) February 2, 2018
Realmente, Plumas Atómicas no propone cambiar ya el Himno porque, la neta, más bien creemos que el mundo sería mejor sin naciones.
"Los himnos nacionales suelen ser obras de arte mediocres, ennoblecidas por la devoción, el incienso y la pátina de la repetición, que ya no dejan escuchar lo que se está cantando". Gabriel Zaid.
— José Antonio Crespo (@JACrespo1) February 2, 2018
Sin embargo, sí creemos que no pasaría nada si el Himno cambiara, se actualizara o dejara de cantarse.
“Mexicanos, al grito de guerra”, ¿le motiva en su vida cotidiana? ¿Se siente más mexicano cantando (u oyendo) esto? ¿No cree que la guerra que se debe librar ahora en México es contra la pobreza y la injusticia?": Homero Aridjis
— José Antonio Crespo (@JACrespo1) February 2, 2018
El patriotismo es muy lindo en el Mundial, es más o menos necesario cuando tiembla y es inútil el resto del año.
Las respuestas a este tuit han sido mi dosis de realidad.
— José Ignacio Lanzagorta (@jicito) February 2, 2018
Pensaba que el nacionalismo oficial y sus técnicas ya más bien nos sonaban ridículas (sin contar lo colonialistas, tóxicas, potencialmente peligrosas, etc.) https://t.co/3qr886Uzlj
Pero los muchachitos patrioteros de ahora tienen un piel taaaaaaaan delgadita que se ofenden por cualquier cosa, de la misma forma en que los machitos delicaditos de México se ofenden por cualquier cosa.
https://twitter.com/VaqueroEspaciaI/status/959458546483052544
Las naciones son inventos y la parte estupenda de que los países sean viles ficciones es que pueden ser lo que deseemos; incluso pueden convertirse en algo que nos cause orgullo.
Rechazo linchamientos tuiteros, arma privilegiada de la poscensura, y también el patrioterismo. No veo porqué escandalizarse de que @genarolozano plantee revisar el himno nacional o incluso cambiarlo. Me mata de flojera la legión de juanes escutia envolviéndose en la bandera.
— Fernando Belaunzarán (@ferbelaunzaran) February 2, 2018
Pero, como decía el poeta Yevgueni Yevtushenko, primero las personas inventaron las fronteras y luego las fronteras inventaron a las personas.