Las campañas aún no comienzan oficialmente, pero todos están buscando ganarse de a poquito a esos que serán bombardeados con su propaganda día a día hasta que llegue el día de las votaciones. Para seguir en su camino conjunto, Mikel Arriola y José Antonio Meade se subieron a su carrito para llegar del Parque México a Santa Fe.

Según Mikel, que quiere gobernar la CDMX, su camino duraría aproximadamente 40 minutos y Meade, por su parte le apostó que se harían una hora. Claro, Arriola tendría que haber ganado, porque es un capitalino comprometido con su ciudad y conoce las rutas y las preocupaciones de todos esos ciudadanos que espera que voten por él.

En su camino, fueron comentando diferentes preocupaciones que tienen respecto a la CDMX, una grandísima ciudad que se inventó quesadillas sin queso. Entre ellas, abonaron al problema víal y al conflicto que representa llegar de un lugar a otro en estos momentos… ¿en serio nunca habían notado el tráfico?

Al pasar media hora de su trayecto, Arriola aceptó que iba a perder la apuesta porque estaban a punto de llegar al Rancho (habrá querido decir Lienzo, el próximo candidato) Charro de Constituyentes, demostrando que conoce más recintos que sólo el Frontón México.

Finalmente, llegaron a Santa Fe pasada una hora de viaje, que es más o menos la mitad del tiempo que hacen la mayoría de las personas que tienen que llegar hasta esa zona a diario en camiones, metro o en sus propios autos, porque no es como que todos los que van salen de Parque México (y mucho menos a las 8:30 de la mañana).

Meade y Mikel Arriola descubren que en la CDMX... ¡hay tráfico!
¿No que 40 minutos, Mikel? / Mapa: Google

Ah, también notamos que el auto que conduce Pepe Meade, el ciudadano que busca gobernar esta nación, es un Hyundai Ioniq, un auto híbrido muy moderno, que tiene un costo de casi medio millón de pesos… cuando en su declaración patrimonial ingresó que sólo tenía un Honda Fit, un auto que en su versión más cara, cuesta poco más de 280 mil pesos.

Claro que el transporte en la CDMX es un gran problema y claro que es necesario hacer una planeación urbana que solucione estas problemáticas, entre el mejoramiento de vialidades y el desarrollo del transporte público (mismo que Arriola planea expandir así: como si se tratara de cancha des Jai Alai).

Sin embargo, lo que notamos es un desconocimiento total de las condiciones reales de la CDMX, que adolece de muchísimo, sobretodo de que se visibilise desde una zona como la Condesa y no desde todos sus focos de riesgo, aceptando la precariedad de colonias de Iztapalapa, Tlahuac o Xochimilco. Y lo más sorpresivo, no es que descubrieron el tráfico invisible de la CDMX, sino que ¡MEADE ES MÁS BARRIO QUE ARRIOLA!


Amicus Humani Generis

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