La actual presidenta nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Alejandra Barrales, fue el centro de una investigación periodística de la cadena estadounidense Univisión, a través de la cual se hizo del conocimiento público que Barrales, exsenadora y exsecretaria de Educación del Distrito Federal, es dueña de un departamento de casi un millón de dólares en la ciudad de Miami, Fl. (Vía: Univisión)
Barrales, quien fuera presidenta de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), fue entrevistada por Univisión y confirmó que es dueña de ese departamento, pero que no había nada ilegal en su posesión y que el pago por él fue por su trabajo y sus ahorros. Comprado por medio de un enganche de $693 mil dólares, la líder del PRD considera el bien inmueble como un “patrimonio” para su hija. Aún con un crédito de $297 mil dólares, adquirido por medio del Eastern National Bank, el precio de este enganche supera en $332 mil dólares el ingreso neto de la entonces senadora. (Vía: Animal Político)
Si bien no hizo nada “ilegal”, la compra fue hecha a través de una triangulación que resulta familiar en los desvíos de presupuesto: no es, técnicamente, Alejandra Barrales Magdaleno la dueña del departamento, sino la empresa Maxba Development, Inc., una empresa “de papel” constituida una semana antes de la compra, que es, al mismo tiempo, propiedad de ALBAMA Transportes, S.A. de C.V., compañía de la que Barrales es dueña del 99% de sus acciones que, además, tiene su domicilio fiscal en la que es la casa de la madre de la líder del PRD.
Toda esta información nunca fue abierta al público, ni a través de su declaración patrimonial ni a través de su 3de3. Tras la entrevista con Univisión, Barrales envió una carta de “aclaración” de su 3de3, en la que pide al Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y a Transparencia Mexicana se incluya ese departamento. (Vía: Proceso)
La entrevista completa, comenta en su reportaje el equipo de Univisión Investiga, está plagada de contradicciones de parte de Barrales: desde el proceso de triangulación por el que compró la propiedad hasta su “existencia” en la documentación oficial que tiene que proporcionar al Senado.
Barrales y su partido han salido en su defensa, atacando la investigación, acusándola de “dolosa y distorsionada”, pues, según ella misma, fue declarado en 2015, aunque la misma investigación de Univisión revisó y no encontró nada. El partido fue un poco más allá:
“Es de resaltar que las propiedades que Barrales Magdaleno posee están debidamente declaradas y son producto del trabajo de más de 30 años en la iniciativa privada, como funcionaria pública y legisladora” (Vía: Sin Embargo)
¿Una aclaración 2 años después es lo mismo que una declaración en forma?, ¿el PRD encontrará la forma de seguir hundiéndose, ahora, por el peso de las acusaciones a su presidenta nacional?
